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miércoles, 22 de julio de 2015

Philip K. Dick - ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Autor: Philip K. Dick
Titulo: Do Androids Dream of Electric Sheep
Idioma original: Ingles
Publicación: 1968
Edición: Edhasa
Recomendación: 8/10







Pese a tratarse injustamente de uno de los géneros mas infravalorados y vilipendiados, creo que en la ciencia ficción, en el género al completo, se encuentran las obras que mejor definen al ser humano como especie, reflejando tanto sus cualidades como sus defectos. El género nació como una inevitable representación de la insaciable curiosidad del ser humano y su afán, altruista o egoísta, por alcanzar los limites que para nuestros ancestros eran inabordables: abandonar el mundo que nos vio nacer, visitar a nuestros celestes vecinos del sistema solar, conquistarlos, hacer de ellos nuestros hogares, explorar el universo conocido, trascender a nosotros mismos como especie y alcanzar esa conciencia superior que roza a una hipotética divinidad. Aunque, por supuesto, en el ser humano, por pesimista que suene, posee muchos más defectos que virtudes, y no tardo en llegar a los libros, películas y comics del género: distopias autoritarias de toda índole, mundos post-apocalipticos producto de nuestra autodestructiva naturaleza,  esclavitud de otras especies, conquista, el complejo de Dios malencarado, presentes alternativos mucho peores que el actual, o combinaciones de todas estas tramas. Y si hay un autor que supo fusionar todos estos elementos, unidos a la gran inventiva e imaginación que el género permite, ese es sin duda Philip K. Dick.


Aunque en su época no fue reconocido, salvo por la esfera underground, actualmente varias de sus obras han sido adaptadas al cine con mayor o menor éxito, entre ellas el clásico de la ciencia-ficción por antonomasia, y adaptación de la novela que os traigo hoy, Blade Runner. Si por algo destaca la obra de Philip K. Dick es la imaginación desbordante que poseen sus tramas y el elaborado desarrollo de las mismas, pese a estar escritas la mayor parte de las veces en un estilo muy pobre y con tendencia a los delirios psicodélicos; porque el pobre Philip era esquizofrénico, y como en los cuadros, eso se nota mucho a la hora de escribir. Es más, puede hacerse un seguimiento de cómo la enfermedad fue devorando poco a poco su mente, partiendo de sus primeras obras, las más reconocidas, a las ultimas, pura locura.

Otro ejemplo, mas visual, de la esquizofrenia en el arte son los gatos de Louis Wain

Voy a intentar que esta reseña no se convierta en una comparativa entre novela y película por dos motivos: el primero, porque considero que Blade Runner es una libre interpretación que una adaptación propiamente dicha, aunque el armazón en el que se sujeta la trama a rasgos generales sea muy similar; y segundo, porque se diferencian en tanto que si tuviera que señalar cada diferencia esta reseña seria más larga que el libro; aunque puntuales menciones serán inevitables, aviso. Como he dicho, la trama del libro y la película se solapan: Rick Deckard es un cazador de recompensas al que han asignado “retirar” a 6 andrillos Nexus-6 –androides idénticos a los seres humanos en apariencia y comportamiento- llegados desde una colonia espacial como inmigrantes ilegales y cuya presencia en la Tierra está prohibida. Toda la historia ocurre en el alternativo año de 1992, tras la llamada Gran Guerra Terminal que ha devastado la Tierra, cubriendo la atmósfera de polvo radioactivo provocando degeneración progresiva de la humanidad, obligada a emigrar a otras colonias espaciales como Marte; la Tierra, sembrada de antaño exuberantes metrópolis, es un planeta practicamente despoblado.

A Pip Boy este mundo le pone teta


La historia se podría clasificar como una novela negra clásica con un contexto de ciencia ficción. Hay una investigación y unos “criminales” que deben ser capturados por un investigador, nuestro protagonista. Pero,al igual que en Blade Runner, la trama central  es simple y accesoria. lo más importante de la novela es su contexto post-apocalíptico y la representación que hace de la decadente civilización. Hay un tema principal  en la novela, la realidad como concepto. Como he dicho antes, Philip K. Dick era esquizofrénico, y esa sensación de extrañeza del mundo, como si lo que viviera no fuera real o fuese una pesadilla la traslada a sus novelas, y es en esta donde todos los elementos ayudan a la hora de transmitír al lector esta extrañeza y desfiguración. En caso de Blade Runner, que trata la identidad, el que nos hace humanos, se juega mucho con la relación entre Deckard y los replicantes; en la novela se centra mas en la empatia. 

Las relaciones sociales ahora se apoyan en una religión global, llamada Mercerismo, que se sustenta en la interacción con un ente superior llamado Mercer (Un ser que incluso es tachado de fraude a veces) mediante unas maquinas llamadas cajas de empatía, que permiten controlar los sentimientos y, por decirlo malamente, meternos en la cabeza de otro usuario para sentir lo que él siente. La sociedad obligada a vivir en la Tierra, esta tan alienada que hasta los andrillos nos parecen más humanos; es más, el titulo de la novela remite a la oveja artificial que Deckard tiene en casa. Uno de las preceptos del Mercerismo es el deber de cuidar un animal, como un tesoro, pues tras la guerra la mayoría se extinguieron, y quien no puede permitírselo debe conseguir una copia artificial para mantener su estatus social. Tan importante es la tenencia de un animal que hasta Deckard parece querer más a los animales que a sus congéneres. Así, el hecho de que los andrillos y los animales artificiales sean copias perfectas, sin ser afectadas por la radiación, y en el caso de los primeros incluso más humanos, unido a una religión que utiliza maquinas para que los individuos se relacionen unos con otros y que, para colmo, podría estar basado en una deidad falsa, hacen que toda la obra baile sobre el límite entre lo real y lo falso, distorsionando la realidad y jugando tanto con Deckard como con el lector. Es fabuloso el trabajo del autor, todo esta hilado perfectamente y no se usa una simbología pedante ni rebuscada, todo esta ahí y dispuesto para interpretarse. Y para colmo, este solo es el tema principal, hay muchos otros subtemas, como la identidad (como en Blade Runner) o la decadencia de la especie.
Mirad, un palo-selfie cyberpunk

Sin embargo… no es perfecta. Y aquí es cuando pienso afilar bastante los cuchillos, y ponerme hasta algo sibarita. Para empezar, Philip K. Dick no sabe crear tensión narrativa, se pisa el mismo los propios pies y mata sus giros argumentales al regodearse en exceso en ellos. Os pondré un ejemplo que ocurre al poco de empezar. Cuando Deckard conoce a Rachel la somete al test Voight-Kampff, el test para determinar si se es humano o andrillo, y se descubre que es un andrillo. Al principio lo niegan pero luego lo reconocen, queriendo engañarlo para jugar con él y librarse finalmente de su inspección, Deckard se enfada, empiezan a discutir, vuelven a realizar el test, y el tono cambia completamente: Rachel es un andrillo, y al principio Rachel y su creador fingían que ella lo era, pero luego se descubre que ella no lo sabía, y que solo estaba siguiendo la corriente. Es excesivamente confuso, esta escena, que en el libro son 5 paginas, en Blade Runner no dura 3 minutos: Deckard hace el test a Rachel, habla con el creador, le comunica el veredicto, y termina por preguntarle si ella lo sabe. Sencillo y conciso; en el libro la conversación acaba así, tal cual, coma a coma, pero para ello antes hemos tenido que soportar un confuso juego de tira y afloja sin sentido que ha matado a un muy buen giro argumental. Y esto por desgracia suele ocurrir bastante, porque si Philip K. Dick suele ser lo suficientemente sutil en sus símbolos como para no bombardearte con ellos, utiliza fatal las relaciones entre los andrillos y Deckard, siendo especialmente insistentes y machaconas y repitiendo los mismos conceptos una y otra vez, lo que lastra mucho a una novela por lo demás corta, de menos de 213.

No se vosotros... pero no quiero estar en la siguiente escena

Otro problema es lo mal que maneja el ritmo narrativo Dick. Hay partes en las que no dejan de ocurrir cosas, y en otras no ocurre absolutamente nada, y otras veces, simplemente… no sabes que cojones está pasando, porque te falta información. Y esto ocurre sobre todo al principio del libro y es un gran problema del género: la ciencia ficción pura es inmisericorde. Da por sentado que sabes lo que es todo y como se estructura el universo para así desarrollar sus elementos de una forma más natural y orgánica. Pero hasta que te habitúas al universo han pasado, no sé, 50 páginas; suficientes como para continuar o dejar la novela ahi, olvidada. Hay otro defecto, aunque este es enteramente subjetivo. En la novela Roy Batty no tiene ninguna importancia, y era mi personaje favorito de la peli... y yo quería a Roy...

Estupido y sensual Roy...

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? crea uno de los mejores retratos de una sociedad apocalíptica y, al igual que harían muchas obras en los noventa, hace la mejor reinterpretación del mito de la caverna de Platón al tenerte constantemente dudando de lo que si ves es real o un inteligente juego de sombras. Philip K. Dick compensa sus fallos formales con una imaginación desbordante y un uso brillante de su simbología y metafisica. Es una lectura recomendadisima, el igual que la película que, aun difiriendo tanto en sus temas, ambas hacen una importante reflexión sobre que es ser un ser humano, probablemente la mejor. 

2 comentarios:

  1. Yo lo leí por fin el año pasado y me decepcionó un poco pero a la vez me encantó xD La peli la he visto varias veces y coincidimos en personaje favorito (por eso no me gustó que apenas tenga protagonismo en el libro...) pero por otro lado, me hubiese gustado que en la peli también le dieran la importancia que tienen los animales en el libro. Vamos... que en el fondo me gustan ambas versiones y creo que se complementan muy bien. Ojalá todas las adaptaciones que se alejan un poco del libro resultasen tan buenas como esta.

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    Respuestas
    1. Es que Roy Batty se come la pelicula, tiene un presencia y unos dialogos que me hacen gritar; es muy muy bueno, que ha visto cosa mas allá de Orion y la puerta de Tannhauser¡ xD.
      Lo de los animales artificiales entiendo que decidieran prescindir de ellos en la pelicula; en el libro si es verdad que tienen un papel fundamental pues ayudan a entender toda la simbologia y el tema del libro. Pero en Blade Runner, que tiene un mensaje y una tematica distinta, en verdad lo de los animales artificiales se convertiria en algo anecdotico, como la escena del buho artificial, que es la unica vez que se trata. Y tienes mucha razon en eso ultimo, es un arte hacer una libre adaptacion de algo y que tenga en el fondo tantisimo respeto por la obra original.

      Un saludo :D¡

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