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martes, 21 de abril de 2015

El imperio del fuego

Si analizamos detenidamente el argumento de ciertas películas mas de una vez nos llevaremos una sorpresa. Películas ensalzadas por críticos, incluso, se basan en premisas que, sobre el papel, son tremendamente imbéciles. Por ejemplo, si analizamos el argumento de Up, nos daremos cuenta de que la premisa es completamente surrealista y casi idiota, motivo por el cual el tráiler echó para atrás a mas de uno, servidor incluido. Y, sin embargo, Up solo necesita 5 minutos, 5 PUTOS MINUTOS, para mostrarte la historia de amor más perfecta y redonda de la Historia, no del cine ni de la literatura, de la Historia con mayúsculas. Incluso pasados esos 5 minutos grandiosos, el resto del filme es una pieza de amor al cine espectacular, con  momentos dramáticos y emocionales sin llegar a ser melosos, un humor tontuelo que no llega a ser estúpido y unos personajes entrañables a los que amas desde su presentación. Así, un argumento idiota pasa desapercibido, porque el conjunto esta tan bien realizado que entras en el juego que propone la película, obedeces sus leyes y no la juzgas, la disfrutas. Luego está El imperio del fuego, y raleas similares como Lucy, por ejemplo. Parten de una premisa totalmente imbécil y conforme la van desarrollando te vas sintiendo mas y mas gilipollas. Ahora que tengo vuestras morbosas atenciones vamos a destripar con ensañamiento y alevosía este esperpento. 

A principios del siglo XXI una excavación en el centro de Londres revela que debajo de la Tierra, invernando como hamsters desde hace millones de años, hay dragones, bichos escamosos, con alas, que escupen fuego y mucha mala uva, lo que viene a ser un puto dragón. Si, tal cual, en las alcantarillas de Londres, y los nenazas de Nueva York presumiendo de tortugas y cocodrilos. Nuestro protagonista, por entonces un niño, vive de primera mano el despertar de los alados reptiles porque estaba ahí golisneando junto a su madre la excavadora, la cual muere muy convenientemente en el minuto uno del susto, se ha transformado veinte años después en un recio mozalbete con la cara de Christian Bale –porque el talento y la personalidad se la debió olvidar en American Psycho- y en el líder de una comuna de refugiados.

Estas son mis razones para estar en esta pelicula

Paralelamente a esto nos cuentan cómo nos conquistaron los dragones, nos dan información de ellos y algo de contexto para situarnos en el mundo post-apocalíptico que será nuestro escenario: básicamente, desarrollan la premisa, cagandola estrepitosamente. Conforme mas vamos sabiendo de los dragones, mas sepultan a la película en las cenizas. Voy a hacer unos pequeñísimos spoilers que no creo que os destripen la película mas que una sinopsis. Resulta que estas putas lagartijas extinguieron a los dinosaurios en un mar de llamas, y luego de alimentarse de todas sus cenizas –porque si, ese es su alimento, aunque luego en una escena by the face recurran al canibalismo- hibernaron 65 millones de años hasta que en la prospección los despertaron ¿De donde vinieron? ¿Son aliens? ¿Por qué no hay registro fósil de los dragones? ¿Acaso también evolucionaron de los reptiles? No se sabe y no se dice, porque una vez metido en el fango, si te mueves no vas a salir de él, solo conseguirás embarrarte mas. NUNCA, JAMAS intentéis dar explicación científica a elementos fantásticos, la línea que separa la estupidez de la genialidad es demasiado delgada. Otra cualidad de estos bichos es que a las 8 de la tarde no ven  porque, según ellos, es la “hora mágica” y “no enfocan” –Exactamente igual con los pubs y sus horas mágicas-. También dicen que solo hay hembras y un único macho que las fecunda como si fuera un pez. Creo que vosotros también veis el problema ¿No? A cada explicación que dan la película pierde más y más credibilidad hasta convertir a la premisa en un chiste con alas.
¡¿Pero es que no aprendisteis nada, gilipollas?!

Pero, peeeeeeeero… Este no es el enfoque de la película; el filme dura una hora y media y claramente se centra en la acción, en el matar dragones y, en última instancia, sobrevivir. No obstante el que esta sea una película de acción no le escusa muchos otros defectos que derivan, precisamente, de este tipo de tratamiento. Los personajes, por ejemplo, no nos interesan lo mas mínimo, y los actores ni se esfuerzan en hacerlos creíbles, y ojo, tenemos nombres importantes aquí. Christian Bale, como he dicho antes, interpreta a nuestro protagonista, líder de la comuna, y es mas o menos parecido a John Connor de Terminator Salvation: un tío con una gran responsabilidad a sus espaldas cuya única preocupación es la seguridad de la comuna,  y que aun así abre las puertas al primer forastero con un tanque y ejercito particular a las espaldas. Ojo con el Guardián de la Noche. Este forastero, yankee, para más inri, es Matthew McConaughey, en esa etapa artística sosa e insípida antes de que le dieran todos los papeles de yonki profundo y molase, un cazadragones que viene a aprovisionarse pero, que sorpresa, ¡era una trampa!. Nuestro buen amigo Matthew no es de fiar, y se nota desde el principio, aunque se gana la confianza de todos cargándose a un dragón de la forma más enrevesada posible: distrayéndole con un helicóptero y lanzándoles tíos que cargan redes.... Mirad, yo no la estoy criticando, en el fondo la película se critica sola. También hay que hacer una mención especial a Gerard Butler que, bueno, está ahí, es el amiwi de Christian y es muy simpático, pero por contraste: tienes a un soso, y tienes a un psicópata bipolar. Me estoy dando cuenta que si sigo por esta línea de critica  voy a terminar diseccionando la película, así que voy a detenerme aquí no sin avisaros que es precisamente al final cuando el nivel de despropósito roza la vergüenza ajena. 

Porque este tío tiene pinta de ser de los que vienen a hacer amigos

Pero no todo va a ser rollo Risto Mejide y lanzar bilis por el gusto de ver el mundo arder. La película, aun con lo estúpido de su premisa, la poca credibilidad y seriedad de su historia y el nulo desarrollo de los personajes, tiene varias virtudes, buenas virtudes. Aunque se trata de una película del 2002 los efectos especiales están bastante bien logrados, los dragones se ven muy reales y amenazantes, sientes que están ahí volando o abalanzándose sobre el incauto capullo que huye rezagado; cuando sueltan fuego sientes que quema, abrasa. El peligro es real.  La escena en la que se cargan a un dragón tiene un toque espectacular pese a lo absurdo que es ver gente… lanzándose en paracaídas con cadenas. 

La fotografía gris ayuda mucho a que el dragón se vea mejor

Otra cualidad es lo logrado de la ambientación. En verdad no es nada espectacular ni carismático este mundo post-apocaliptico, no tiene la carisma de Washington en Fallout ni la decadencia melancolíca de The last of us. Es básicamente un páramo de ceniza baldío de cielos grises, bastante soso, pero viendo que todo ha sido calcinado por dragones todo el panorama desolador encaja perfectamente. La chabola gigante en la que viven también da la impresión de estar construida con los deshechos que han ido encontrando, y aunque la tecnología sigue siendo la misma, algunas armas si tienen ese toque post-apocaliptico a lo Fallout, como el lanzarpones gigante que dan autenticidad al mundo.

¡¡¡Dovahkinn!!!


El imperio del fuego no es una película recomendable, en el fondo no es siquiera una buena película, las pocas virtudes, todas ellas técnicas o de ambientación no salvan un conjunto que hace aguas por frentes muy importantes. Un triste quiero y no puedo que no salva ni las actuaciones bajas en calorías de un buen elenco. Se que esta no ha sido de mis mejores criticas, asi que he pensado que, si os apetece alguna película o libre que os gustaría que analizase y criticase porque os gusta el estilo, simplemente, seáis libres de sugerírmela en la caja de comentarios. Si me dusculpais, voy a ponerme Juego de Tronos para que se me pase el mal rato.

sábado, 18 de abril de 2015

El cuento de la princesa Kaguya

Estoy seguro de que si menciono al estudio Ghibli, inmediatamente la mayoría de aquellos que hayan visto algo de anime sin llegar a ser otakus lo enlazaran con animación japonesa suprema, y al aun más supremo Hayao Miyazaki. No sería descabellado decir que Miyazaki es de los mejores animadores de todos los tiempos, no solo por su refinada tecnica, que es indiscutible, sino también por sus historias imaginativas, emocionales, tiernas, sus entrañables personajes, su indiscutible gusto para elegir bandas sonoras superlativas para sus filmes y los mensajes que encierran sus historias que, aun tratándose de películas de corte infantil, encierran un amor por la naturaleza y una crítica al ser humano que ya quisieran muchas películas que se hacen llamar "adultas".  La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, Nausicaa del valle del viento, Mi vecino Totoro… Todas ellas maravillosas. Es indiscutible que la genial mente del maestro Miyazaki estaba detrás de todos los grandes proyectos del estudio, del cual es cofundador, su retirada permanente del mundo de la animación causo mucho recelo en los seguidores de su trabajo. Sin embargo, esto no significa que en sus filas no hayan otros directores de una calidad incuestionable, y hablo de otro de los monstruos del estudio, el hombre que retrato el horror de la segunda guerra mundial sin apenas usar la crudeza, el maniqueísmo y las lacrimógenas trampas del genero bélico: hablo de la Tumba de las luciérnagas, y del también genial Isao Takahata, creador de la película que os traigo hoy.

El cuento de la princesa Kaguya ha sido una de las películas nominadas este año a los Oscars a la mejor película de animación, junto a Song of the Seas, Como entrenar a tu dragón 2, Los boxtrolls y la injustamente ganadora Big hero 6. No os guiéis jamás por estos veredictos, los Oscars pierden toda su objetividad en esta categoría. Es más, Miyazaki, con todo lo que ha sido, solo consiguió un Oscars por El viaje de Chihiro, y de gracias porque ese fue el año en que estrenaron peliculones como Lilo y Stich o Spirit… Otro año mas, el estudio Ghibli ha sido ninguneado sin amor, y eso que Song of the seas y esta película eran las que mas merecían la estatuilla.

Como al estudio Ghibli es el estudio que mas le gustan las princesas después de Disney, esta película nos narra la historia, o mas bien, la leyenda de la princesa Kaguya. Un humilde cortador de bambú que vive junto a su mujer en un pueblo en la montaña encuentra al cortar un tallo de bambú una diminuta princesita que se convierte ante sus atónitos ojos en un bebe. El hombre lo interpreta como una señal del cielo, y decide que debe criarla como su propia hija para que se convierta en una princesa gracias al dinero que, para mas inri, brota del bambú. Así trascurre la sencilla vida de la pequeña princesita que, como el bambú del que nació, crece mucho más rápido que los demás niños con los que juega y descubre el mundo que la rodea. Un día, cuando cumple los once-doce años, sus padres se mudan a la ciudad para cumplir los designios del cielo: hacer de ella una princesa. Pero no estará muy conforme con el cambio…



No quiero contaros mucho mas, porque es una película digna de verse y de descubrirla por dos motivos, dos maravillosos motivos. Solo voy a deciros que la forma de hacer historias de Takahata y Miyazaki contrasta mucho: Takahata es mucho más intimista, se centra más en la relaciones de los personajes y ofrece historias más humanas; Miyazaki es más creativo, su imaginación es desbordante y se ve en sus historias,  su ritmo, aun siendo lento en ambos, en Miyazaki es más rápido y desbocado, además, este siempre trata unos temas muy concretos. Todo esto lo digo porque aunque se trate de una leyenda popular japonesa y por ende tenga elementos sobrenaturales y fantásticos estos no son para nada la temática principal de la obra. Por resumirlo de algún modo sin llegar a spoilear toda la película, esta se centra casi exclusivamente en Kaguya. Kaguya es un ser conflictivo desde su nacimiento: fue criada en el campo, donde conoció a los que serian sus compañeros de juegos, que le acompañarían en todos los descubrimientos de los bosques, las riberas y los montes nipones; este amor por la naturaleza, unido al comprensivo cariño de su madre, harían que la vida que su padre había planificado desde el momento de su nacimiento se convirtiera en un lastre. Durante toda la obra este conflicto está presente, el saber que no perteneces a un mundo ni a otro –no olvidemos lo dicho anteriormente, Kaguya sabe que no es humana-, y la búsqueda de una identidad, aun enfrentándose a su padre, que en el fondo no es una mala persona, ni mucho menos, solo un pobre hombre que cree estar haciendo lo correcto. Es una historia tan tierna, tan humana y tan hermosa, sobre todo hermosa, que cuando llegamos al final de la misma es imposible no sentir como se te revuelve el corazón en el pecho.
                           


Pero sin duda, el aspecto mas destacable de la película, el cual vemos nada más comenzarla, es la grandeza artistica de la animación. Tal vez alguno de vosotros haya jugado Okami, donde controlamos a Amaterasu en un Japón feudal coloreado a base de pinceladas y acuarelas propias de los clásicos tapices japoneses. Este es el estilo vanguardista que maneja la película, pero mucho más refinado y delicado que el de Okami; todo esta dibujado y coloreado como si se tratara de una acuarela, pero los colores son mucho más aguados y los trazos más finos y delicados. Los parajes montañosos, los verdes bosques, los arroyos iridiscentes, todo está retratado con una delicadeza y una hermosura tan perfecta que es casi como contemplar un cuadro en movimiento. Hay escenas, además, en la que el estilo de dibujo sirve para trasmitir emociones, como en la huida de Kaguya, donde su cuerpo y el del bosque se unen en una espiral enloquecida de pinceladas reflejo de la confusión de la protagonista. Es tal la belleza, os lo juro, de la animación, que no puedo ensalzarla con palabras más rimbombantes y pedantes: pero yo lo siento. ES ASI DE BUENA.

La escena de la huida


Espero que la tremenda injusticia que los Oscars han cometido este año al ningunear a varias películas maravillosas no os impidan ver las cualidades y potenciales que tenían. El cuento de la princesa Kaguya tiene todas las virtudes de las mejores cintas del estudio Ghibli, con un toque vanguardista en el diseño y un ritmo lento y pausado muy oriental, el cual puede ser un defecto o una virtud dependiendo de que busques en una película. Creo que la opinión que me merece esta película esta más que clara, y mi recomendación no puede ser más sincera. Si este es el futuro del estudio Ghibli tras la marcha de Miyazaki no puedo estar más tranquilo por el porvenir .

jueves, 16 de abril de 2015

Gaston Leroux: El fantasma de la Opera

Autor: Gaston Leroux
Titulo: Le fantôme de l'opéra
Idioma original: Frances
Publicación: 1909
Edición: Anaya tus libros selección 
Recomendación: 6/10








Hay obras que se convierten en clásicos atemporales, novelas que han dejado su marca indeleble en la larga historia de la literatura, abriendose camino y asentándose como un pilar mas que mantiene una construcción casi faraonica que se remonta a tiempos tan antiguos como la helenica Grecia, y que seguirá inconclusa durante, mucho tiempo, a la espera de nuevos clásicos, nuevos ladrillos con que proseguir la construcción. Estas obras han ocupado están donde están por muchos motivos, por su mensaje, por sus tramas, por sus personajes, por sus criticas, por cambiar la forma de pensar de una época, por su uso del lenguaje, por todos esos factores y muchos otros, o todos a la vez. En cambio, existen también libros que en su época fueron grandes éxitos de critica y publico, pero que el tiempo ha olvidado y solo unos pocos iniciados conocen y tratan de volver a poner en el lugar que les corresponde mas la historia no les ha concedido... Y luego están los libros a los que el tiempo ha cogido, ha sodomizado sin piedad, luego les ha dado una brutal paliza, les ha tatuado una esvastica en la frente y los ha dejado a su merced en un descampado poblado de yonkis y vagabundos. El fantasma de la opera, por desgracia, pertenece a este ultimo grupo.

No os abalanceis sobre mi tan pronto y dejad que me explique y matice, porfi. Adoro a Gaston Leroux, desde pequeño, cuando leí El misterio del cuarto amarillo, sentí una gran admiración por el contraste que tenia con el otro gran cultivador del genero detectivesco, Arthur Conan Doyle. Donde Doyle era metódico, deductivo y reflexivo, Leroux pone la acción y la intuición, dando obras mucho mas frenéticas y con verdaderos giros dramaticos: con Doyle, resolver el misterio nos dejaba boquiabiertos, Leroux hacia de ello todo un show, con fanfarria de trombones y bailarinas de cabaret. Así de intenso era, joder. Y, sin embargo, el fantasma de la Opera, novela que en su tiempo me encanto y me fascino, hasta el punto de hacerme ver a Gerard Butler vestido de supervillano afeminado, no pudo soportar una segunda lectura. Literalmente, al libro se le cayeron las hojas conforme lo iba acabando.

Y el asesino es......Joel Schumacher

El fantasma de la Opera se abre un poco como Titanic o Moulin Rouge, donde la historia se ambienta en un escenario al que podríamos llamar el co-protagonista de la historia y en el cual se desarrolla un estereotipico romance. Pero esta contiene un elemento "sobrenatural". Los trabajadores de la Opera dicen que el edificio esta encantado por un fantasma que se pasea entre bastidores y bambalinas. Tal es el temor que produce que recibe un palco privado y una renta de 20.000 francos para que mantenga sus apariciones al mínimo. Paralelamente, un joven conde, Raoul, se enamora de la joven diva Cristine, la cual de la noche a la mañana aprende a cantar como los ángeles gracias a, según ella, su Ángel de la Música. Los intentos de acercamiento de Raoul despertaran los celos de este extraño Ángel el cual no es otro que CHAN CHAN. ER FANTAHMA¡

So much Swag, nigga
Aunque la historia se venda como una obra fantástica, incluso terror, y tenga por titulo El fantasma de la Opera, la presencia del fantasma resulta casi anecdotica hasta el final de la historia, donde se convierte en el protagonista indiscutible de la obra, y esto es porque Leroux prefiere centrarse en la historia de amor entre los dos jovenes y, tambien, mantener al fantasma como un misterio. La ultima decisión es muy inteligente y acertada, la primera, no, este es el mayor defecto del libro. Reconozco que no soy un amante de las historias de amor, pero se apreciar un buen romance, del mismo modo que se apreciar que este se trata de un romance de folletín típico y tópico: los personajes se quieren mucho mucho, su personalidad es quererse aun mas y hablar de lo enamoriscadisimos que están, y sus frases son sonrojantes por lo cursis y tontas que resultan y sus comportamientos y decisiones de alejarse-acercarse son abofeteables cuanto menos. Si a alguien le resulto cursi la adaptación de 2004, por favor, que se aleje de esta novela. Aquí es donde mas se nota que la novela es hija de su tiempo y que tiene mas de 100 años. Los personajes no tienen desarrollo alguno en este aspecto, y hablo de los tres, Raoul, Cristine y Fantasma, todas sus acciones, diálogos y decisiones están tan dramatizadas que no puedes tomártelo en serio, es tan cursi que hasta da diabetes.

Mención aparte merece la joven Cristine, pues tiene un delito mayor, y la culpa es del autor. Como he dicho, he leído varias novelas de Leroux, tanto de detectives como del mismo corte misterioso-fantástico de esta novela, y he de confesar que jamas he leído un personaje femenino suyo que no den ganas de asesinarlo. O no sabia escribir este tipo de personajes, o las hacia a las pobres imbeciles a posta, pero cualquiera que lea un dialogo de Cristine, o de cualquier mujer en sus novelas, sentira un irrefrenable deseo de retorcerle el cuello hasta subirle tres octavas la voz. No exagero si digo que los diálogos mas sonrojan tes salieron de su boca, mezcla de genuino candor o de estupidez supina. Muy buena tenia que estar la chiquilla para que el fantasma viera algo en ella, porque por su inteligencia, desde luego, no la busco.

!¿No entiendes que le hamo?¡
Sin embargo, la novela tiene virtudes, muy buenas virtudes, de las que justifican su lectura. El estilo de Leroux es muy bueno, sus descripciones son fantásticas, los escenarios de la opera, los decorados son fastuosos y coloridos, los dominios del fantasma, los recovecos por los que se mueve son oscuros, angustiosos y asfixiantes, sientes que  podría aparecer en cualquier momento y hacerte madre de sus hijos. Al contrario que los amantes, el resto del personajes son muy simpaticos: los que deben ser graciosos lo son, los que deben de ser odiosos lo son, no obstante ninguno de ellos tiene un gran peso en la trama, salvo uno del que no se debe hablar. Pero, sin duda, la mejor cualidad de la novela es el fantasma. Y es que el fantasma es una figura tan misteriosa, tan sugestiva y tan trágica que deseas volver a verlo constantemente. El es el motor de la historia y causante de los mejores capítulos de la novela, tiene a todos en jaque y tal es la carisma y la tristeza que transmite el pobre fantasma que deseas que triunfe y que le den matarile al insípido de Raoul. Pero claro, El fantasma esta indeciblemente desfigurado y como una puta cabra, yo tampoco pondría ese perfil en Meetic.

Y POR ESO NO ME TRAGO ESTA PELICULA

Quien se acerque a esta novela debe tener claras varias cosas. La primera, que se trata de un folletín, tiene sus defectos y sus virtudes: es cursi, es recargadamente dramatico y los personajes no tienen ningún desarrollo, son simples estereotipos, pero lo compense con una trama ágil, divertida y repleta de misterios que deseas descubrir, con varias escenas muy impresionantes y un personaje iconico e inmortal. Aunque me duele mucho no haber podido disfrutarla como la primera vez, mentiría si no os dijera que los pasajes que en su momento me emocionaron siguen manteniendo la fuerza conque los leí. Os doy un consejo, no releáis libros que os hayan marcado de pequeños, pocas veces soportan que hayas crecido, y el recuerdo, muchas veces, es mejor que revivir la experiencia; porque luego de leído, ya no te queda nada, salvo decepción... y un libro con varias paginas arrancadas. Joder.


domingo, 12 de abril de 2015

Miguel de Unamuno: Niebla

Autor: Miguel de Unamuno
Titulo: Niebla
Idioma original: Español
Publicación: 1914
Edición: Alianza Editorial
Recomendación: 10/10










Ay Unamuno, Unamuno... que grande eras entonces y que grande eres aun hoy en esta España que ha olvidado a todos los hombres que hicieron algo por enriquecer a su pueblo con su prosa y nuevas ideas y no persiguiendo como chimpancés una pelota o picando toros. Que ingrata es la sociedad con los que en su día fueron nombres excelsos y grandes que se escribían casi con tinta de oro y cursiva cervantina y ahora no son mas que lecciones que los niños odian aprender en las escuelas; si es que las aprenden. Unamuno, tu molabas mucho, y leerte ahora es como leer a un compatriota actual, tan poco ha cambiado nuestro país en estos cien años y tan parecidos son aun los defectos que a principios de siglo criticabas con ironía y envidiable sentido del humor.
Si, niños, me gusta mucho Unamuno, me gusta su prosa, me gusta su filosofía, su sentido del humor y sobretodo, sus personajes. Hace un tiempo escribí una reseña a San Manuel Bueno martir y mis comentarios fueron de fangirl hormonada, pero con gafitas de pasta: esa novelita marco parte de lo que soy, y me avergüenza decir que si no me hubieran obligado a leerla en el instituto jamas lo hubiera leído; tal es así el poco apego que tenia de adolescente a los grandes clásicos de nuestra literatura, y tal es la ostia que tenia en la cara, eso también. Cuando leí por primera vez a Unamuno me explicaron en clase que esa no era su mejor novela, es mas, muchos la catalogaban de una obra menor dentro de su producción, lo cual me parece una sentencia atrevida incluso en bocas de académicos; pero que se yo, solo soy un estudiante de biológicas con tiempo libre. Como decía, según me explicaron el puesto de obra por antonomasia, de magnum opus, si nos ponemos pomposos, lo ocupa Niebla; y tras leer este libro pasado dos años desde la lectura de San Manuel, con la cabeza mas asentadas y supuestamente con mayor madurez mental (MENTIRA, MENTIRA, MENTIRA) he de confesar... que es cierto.

Niebla nos cuenta la historia de Augusto Perez, un pequeñoburgues cuya madre ha muerto recientemente heredando una fortuna que le permite vivir sin trabajar de forma desahogada junto a sus dos criados. Su vida de snob transcurre plácidamente, filosofando y monologando, hasta que conoce a su vecina Eugenia, de la que se enamora perdidamente y la cual le rechaza al primer amago de cortejo. Esta es la primera de un cumulo de desgracias le sumirán en una profunda confusión que le harán dudar de todo en lo que creía, hasta de su existencia, hasta el punto de enfrentarse a su propio creador: UNAMUNO.


Esto apestaba a Nolan cien años antes de Nolan, es espectacular. Niebla es, precisamente, una de las obras mas importantes de principios de siglo por darle otra vuelta de al genero novelistico, al que satiricamente se referia como nivolistico, creando el primer intento de obra metaliteraria. Cada pagina de esta nivolita es un derroche de humor, ingenio y metafísica; y digo humor, que no deberia, por su personaje principal, Augusto Perez. Augusto es un personaje que no puedo si no encontrar parodico, es tan profundo como un pozo sin fondo, y tan intenso como una peli de Bergman. La mayor parte de la novela la componen sus pensamientos en forma de soliloquios de sesudos devaneos filosóficos ¿Que es el amor? ¿Que es sentir? ¿Que es la existencia, el estar vivo? ¿Pienso luego existo, esto es así? ¿Acaso las mujeres tienen alma, acaso la tenemos nosotros? Muchas de ellas tienen un genuino sentido filosófico, y de ellas nacen en el lector profundas reflexiones, si, pero es tan ridículo como se expresa el personaje que me era imposible tomarlo en serio.

Pero no solo de Augusto se compone la novela, para nada. Como he dicho antes, la mayor parte de la obra se componen de los pensamientos de Augusto, la otra gran parte se componen extensos diálogos, tanto o mas filosóficos que los monólogos. Y es que los otros personajes son también para echarlos de comer a parte. Ademas de los criados de Augusto, racionales y lógicos, Eugenia, una verdadera zorra, con perdón, tenemos a los tíos de Eugenia, una alcahueta de cuidado la una y un anarquista bufonesco el otro; tenemos a los amigos de Augusto, personajes la mayoría de otras novelas de Unamuno que arrojan su punto de vista de la vida, el amor y los problemas que atormentan la cabecita loca de Augusto, e, incluso, el propio Unamuno, dios todopoderoso al que su creación... !le echa huevos¡

Esto es un hombre bien machote
Niebla, en si, cuenta una historia de amor que, gracias a los personajes y el desarrollo de la trama apoyado en diálogos y monólogos, se transforma en una historia con mucha profundidad e interpretaciones, y su mayor virtud, ademas de introducir un elemento tan interesante como es la metaliteratura hace casi 100 años, es como trata el absurdo de la existencia del ser humano. La Niebla tiene una profunda carga simbólica y filosófica sin llegar a ser abrumadora ni molesta, para mi sorpresa ha sido un libro muy divertido y ameno de leer, que me ha hecho pensar y entretenerme con buena filosofía y, sobretodo, con una buena parodia al postureo intelectualoide. Añadamos a este conjunto, ademas, la fantástica prosa del autor, hay paginas que se leen con gozo, paladeando cada una de las palabras de las que se componía una brillante frase y que te obligaban a decir: si es que este cabron era bueno, era muy bueno. Una lectura muy recomendable aunque este no sea un genero atractivo para el lector casual denle una oportunidad, estoy seguro que mas de uno se sorprenderá y descubrirá un clásico tan actual que parece que aun vive entre nosotros.
Don't fuck with Unamuno... never



sábado, 11 de abril de 2015

H.G Wells: La isla del Dr. Moreau

Autor: H.G Wells
Titulo: The island of Dr. Moreau
Idioma original: Ingles
Publicacion: 1896
Edicion: Anaya tus libros selección
Recomendacion: 8/10








Aunque esta novela tenga ya mas de 100 años, su lectura resulta de lo mas actual, sobre todo para el interesado en la biología profesionalmente -dígase, servidor- o para todo ecologista con ideas fundadas e inteligencia -dígase, los que no me tiran huevos-. Es un hecho que el autor británico, H.G Wells, redactaba panfletos socialistas disfrazadas de novela de ciencia ficción, con mayor o menor éxito, le pese a quien le pese: La guerra de los mundos es una critica hacia el colonialismo ingles sustituyendo los rifles por trípodes; La maquina del tiempo utiliza el viaje al futuro para realizar una critica a la sociedad de clases victoriana, y La isla del Dr. Moreau presenta cuales son los delicados limites éticos en el progreso científico y las consecuencias de jugar a ser Dios. Francamente, Wells no es santo de devoción, y se debe en parte a esta necesidad de ser critico en detrimento del desarrollo de una trama solida, quedando como una simple excusa. No obstante, he de decir que el debate que suscita esta obra acompaña tan bien a la trama que en ningún momento sientes que estas leyendo un ensayo narrativo retrofuturista, sientes que lees una gran historia, una historia oscura, sórdida e inteligente.

Las manos quietas...

La obra comienza con el rescate de un naufragio de nuestro protagonista, Edward Prendrick, por un barco que se dirige a una isla anónima y de paradero desconocido a la que su salvador, Montgomery, debe llevar un cargamento de animales. Pendrick pronto descubrirá que algo extraño ocurre en esa isla, y que esta muy ligado a los experimentos que realiza su anfitrión, un tal Dr. Moureau. Pronto descubrirá con horror que aquellos experimentos de los cuales solo era consciente por los alaridos y gritos que oía desde su habitación consisten en la manipulación quirúrgica de animales, monstruosamente deformados para caminar, actuar y pensar como seres humanos. Pero como bien sabemos, jugar a ser Dios nunca sale bien, por lo que nuestro protagonista se vera rápidamente obligado a sobrevivir.

Mas o menos igual pero en la selva

No es de extrañar que la novela causase un gran revuelo en 1896 y que se la tildara de sensacionalista. Es una obra cruda, muy dura, si no fuera porque el autor no se recrea en descripciones viscerales diría casi morbosa. La sociedad de los animales-humanos causa una gran impresión la primera vez que se presenta ante Pendrick y este la narra al lector entre boquiabierto y aterrado. Las creaciones de Moureau se rigen por un estricto código, casi sectario, que repiten como una letanía constante. Si bien es cierto que Wells nunca se caracterizo por un estilo brillante, en esta novela funciona por su frialdad y su dureza, sosteniendo a la historia y dotándola de una mayor incomodidad. Los personajes no destacan demasiado, aunque esto no es un defecto per se, puesto que la trama se centra exclusivamente en los experimentos y su esbozo de sociedad ademas de la posterior historia de supervivencia del protagonista en la selva. La vigencia de esta obra actualmente se debe, como quizás hayáis imaginado, con el debate acerca de la manipulación genética, que podría resumirse en que algo que pueda realizarse no significa que deba realizarse.

Horripilantes imágenes de los habitantes de la isla...

Este es un mensaje muy inteligente, tanto para defensores del progreso a ultranza como para detractores, y en la novela queda plasmado con rotundidad y precisión esta rebelión de la naturaleza contra el capricho humano. Es una novela de ciencia ficción clásica muy recomendable, se lee en un suspiro, tiene momentos de tensión y suspense que casi rozan los umbrales del genero de terror. Si tuviera que vender Wells a alguien, le diría que empezara con esta novela o con la archiconocida guerra de los mundos.

¿Que os parece esta nueva forma de presentar las reseñas? ¿Le da un aspecto mas ordenado a la entrada, o el modelo anterior era mejor? Decidme que os parece esta innovación en los comentarios.

viernes, 10 de abril de 2015

Carlos Fuentes: Gringo viejo

He tenido serios problemas a la hora de enfrentarme al análisis de este libro pues me encuentro muy confundido. Desde el vamos, no se decir si este libro me ha gustado o lo he odiado, si es brillante o pretencioso, si es poético o cansino, si lo que muestra es un desarrollo de los personajes o dispensadores gratuitos de filosofías de vida. Se que el autor, Carlos Fuentes, premio Cervantes y una de las voces mas importantes de la literatura hispanoamericana, llegando a ser casi Dios en la tierra en su Mexico natal; se también que esta obra en particular fue la que le reporto el reconocimiento internacional y que es uno de los pilares que sostienen lo que se llamaría el boom hispanoamericano junto a obras maestras como La ciudad y los perros o 100 años de soledad. Y soy capaz de ver porque merece estos honores: la forma de narrar es muy novedosa, haciendo saltos en el tiempo, cambio de voces y perspectivas, largas introspecciones psicologicas, añadiendo algo de realismo mágico al conjunto, utilizando un lenguaje escatologico y crudo a veces y atractivamente poetico en otras, haciendo una disección política y humana profunda de una de las épocas mas convulsas de su país. en conclusión, bien escrita esta y el estilo es supremo; pero en lo que a efectos de trama se refiere... entremos en materia.

Gringo viejo nos narra la historia -ficticia, por supuesto- de los últimos años del escritor americano Ambrose Bierce, que con casi 70 años marcha a la frontera mexicana para morir como un gringo en la revolución junto a los villistas. Integrado ya en sus filas, conoce al que sera su superior y rival, el general Arroyo, y una institutriz americana abandonada por la familia que la contrato, Harriet Winslow. Con la revolución mexicana como escenario, conoceremos a estos tres personajes, cada uno de ellos con identidad propia y una forma de ver el enfrentamiento en particular, y la vida en general, únicas, a veces diametralmente opuestas.

Quizá no todo el mundo conozca a Ambrose Bierce, pero en su época y país fue muy popular como escritor y critico, sobre todo esto ultimo. El amargo Bierce, le llamaban, y es que el buen hombre era cínico, desagradable y mordaz hasta extremos casi intolerables para su época. Nadie escapaba de la afilada pluma de Bierce, nadie estaba libre de su ácido humor y sus venenosas criticas; es esta forma de ser tan característica la que me animo a ver el libro, pues esperaba encontrar un hijo bastardo de Perez-Reverte y Clint Eastwood, sentenciando como en su diccionario del diablo y sin dejarse joder por nadie. Y creo que esa fue mi primera decepción. Carlos Fuentes reinventa a Bierce y lo convierte en una versión descafeinada de si mismo. Tiene sus momentos, si, menciona sus obras, también, su visión de la vida es amarga, si y si, pero no es Bierce, es una parodia, una caricatura.

Sin embargo, no creo que esto sea un fallo del libro, porque Fuentes deja bastante claro que Bierce, el Gringo viejo, es una escusa para ver la revolución desde otra perspectiva y contrastarla con la del revolucionario fanático, el general Arroyo, y con la del utopista, Harriet Winslow. El general Arroyo resulta un personaje genérico y mal construido, por el simple hecho de que es un analfabeta, dicho por el propio personaje párrafos después de su presentación, pero reflexiona como un verdadero letrado. Ojo, un analfabeto puede ser muy inteligente, pero la inteligencia es una cosa, y la capacidad de expresar ideas y meditaciones es otra; para lo segundo hace falta educación y leer libros, y eso es un hecho. Es un revolucionario convencido, odia a la burguesía que le trato como esclavo desde el día en que nació, quiere una nación en la que nadie le diga lo que debe hacer, el clásico antisistema, poco mas le encuentro y poco mas me parece que nos quiera contar. Harriet, en cambio, si me gusto mucho como personaje: es una mujer fuerte, inteligente, valiente, abandonada en una tierra hostil y salvaje pero convencida de que, con la educación adecuada, puede salir de ese pozo de barbarie. También hay que decir que la pobre mujer es un paciente freudiano de manual: ve en el gringo viejo su padre, un desertor militar, y desea tirárselo, pero no lo hace, dice el porque, si, pero lo encontré muy enrevesado y no creo ni que pueda expresarlo con palabras.

... o tal vez si.


Este es el mayor problema que he tenido con la novela: la relación entre sus personajes y sus parrafadas. Los personajes se gastan entre ellos un rollo muy raro, tienen una relación amor-odio ininteligible y excesivamente artificial, sobretodo por el lenguaje y la forma de narrar de Fuentes. Es casi el mismo fallo que le encuentro a Henry James, sus constantes devaneos de intronspeccion psicologica que mas que aclarar que sienten o piensan sus personajes confunden en el mejor de los casos y aburren en el peor. Muchas de estos parrafos no los entendi, directamente me frustraron porque no sabia que quería decirme el autor o si de verdad quería decirme algo. No me atrevo a tacharlo de pretencioso porque, sencillamente ¡No lo se!

Ke me quedao to loko, valla.


Como he dicho al principio, no se como analizar esta obra, no se si recomendarla o no, por eso, prefiero dejarlo a vuestra elección y criterio. Si hay algún lector del blog mexicano, pues me imagino que alli la obra de Fuentes sera lectura obligatoria en la escuela, por favor, hacedmelo saber en los comentarios porque, palabra,  yo quería entender esta novela, y lo único que me ha dejado ha sido una sensación de vació e ignorancia...

miércoles, 8 de abril de 2015

Al filo del mañana

Como de fumado hay que estar para combinar dos películas tan distintas como son El día de la marmota e Independence Day; ya me respondo a mí mismo, no hay que estar fumado, simplemente hay que ser japonés. Y es que la premisa de la novela ligera de Hiroshi Sakurazaka All you need is kill tiene muchísimo potencial, mucho más que el que haya pensado en Bill Murray matando marcianos (que también es un derroche de genialidad). Tal es así que los bolsillos de los productores de Hollywood empezaron a tintinear al momento de escuchar hablar sobre esta novela, otra prueba mas de lo desesperada que esta la industria por encontrar nuevo material para sus bombásticas superproducciones que se han tenido que ir tierras niponas en busca de ideas frescas y originales que, en el fondo, no lo son tanto. De esto a una adaptación de Evangelion hay un paso, os aviso.
Según he visto en paginas especializadas en cine, todos los resúmenes de la película empiezan diciendo “inspirada en la historia de…”, por lo que me imagino que el respeto por la obra original es escaso o inexistente pero, como ojos que no ven corazón que no siente, juzgare únicamente a la película per se y de que otro más versado en manga ensalce o vapulee la obra del bueno de Sakurazaka. 

Bill Murray queria este papel, mucho.


En un futuro cercano una raza de extraterrestres llamados mímicos han invadido la tierra y nos han hecho sus putitas en cero coma. Gracias a los avances en el campo militar y a una alianza mundial hemos conseguido detener el avance de los invasores, dándonos la primera oportunidad para un contraataque. Nuestro protagonista es Bill Cage (Tom Cruise), un teniente del ejército que no ha tocado un arma en su vida y que cumple mas la función de relaciones publicas y cronista de guerra que de soldado, al que el alto mando le ha tendido una trampa y ha mandado al frente en calidad de desertor para que combata en primera línea de batalla. Papelón. En pleno combate es asesinado por un mímico y queda atrapado en un bucle temporal que le obliga a revivir ese mismo día una y otra vez, lo que viene a ser un bucle temporal, vaya. Así, a base de repetir y repetir, Bill se va convirtiendo en una arma de destrucción máxima con patas, pero ni con toda su potencia de fuego es capaz de derrotar al enemigo, por lo que recurre a la ayuda de la sargento Rita Vrataski (Emily Blunt), héroe de guerra que conoce su extraño poder y que le ayudara a poner fin de una vez por todas la invasión alienígena.

Una muestra de lo de "arma de destruccion masiva con patas"

Más de uno ya he debido de notar varios escozores con este resumen y creo que la elección de Tom Cruise como actor principal es la primera de ellas. Tom Cruise se ha convertido en uno de los actores más queridos y odiados a partes iguales de Hollywood, sobretodo en películas de acción, donde su egolatría roza los límites de lo absurdo y se convierte en una máquina de matar a la que le falta una halo celestial a la espalda para autoproclamarse nuestro mesías venusiano, viendo del pie del que cojea; si unimos eso al fracaso de su anterior filme, también de ciencia ficción, Oblivion, no pareciera la mejor opción para esta película. Pero lo cierto es… que funciona, al menos, por un tiempo. En esta historia Tom Cruise interpreta a un cobarde, un tío muerto de miedo virgen en combate y que va a jugarse el tipo contra unos aliens asesinos a los que nunca ha visto: creo que es la primera vez que vemos a Tom Cruise interpretando un papel así, y es un cambio de registro importante. Sin embargo, insisto en lo de antes, este estado no dura mucho, solo la primera hora, después se convierte en el habitual salvador de la humanidad y héroe de los niños al que nos tiene acostumbrado.

Nanu nanu ¡Madafaka!

Emily Blunt hace una interpretación fabulosa para un personaje cliché y ramplón cuanto menos. Rita Vrataski es la típica militar dura, de pasado traumático que arrastra los horrores de la guerra y se ve reflejado en su actitud fría, su parquedad al hablar y su permanente cara de tener un palo de escoba metido por el culo. Aunque en este tipo de películas es habitual tener un personaje secundario cliché escrito con muy poco esfuerzo, que está ahí por cumplir, a este le concederé al menos que han intentado al darle algo de trasfondo y que su labor es relativamente importante en la película, aunque termine como termina, de forma estereotipica.
El resto del reparto se compone por los G.I Joes intercambiables de turno: ni nos interesan, ni nos importan, son algo así de los enanos del Hobbit, si se muere uno seriamos incapaz de sentir lástima porque no nos sabemos ni sus nombres. En esta película, además, los hacen tan encantadores como una patada en los cojones, no es para nada cruel decir que deseas que mueran en el minuto uno.

La mitad de la película se la pasa con esta cara de alelada
...Pero ¿Decidme si esto no mola un huevo?

La película juega de forma frenética con las repeticiones del día, la mayoría de ellos pasan en periodos de menos de un minuto, donde vemos a nuestro protagonista luchar, morir, entrenarse, morir, intentar encontrar un camino nuevo, morir, salvar a alguien, morir, morir, morir y morir. Dicho así suena bastante confuso y pesado pero, la verdad, es que es muy divertido. Es una película de acción, su objetivo es el de entretener por su dinamismo y en este caso lo consigue, sobre todo al añadirle a las repeticiones los exo-esqueletos, el arma principal. Al tratarse de aliens rapidísimos casi invulnerables que cambian de forma podeis imaginar que las armas convencionales no les hacen ni cosquillas, por lo que el ejército ha creado unas armaduras con gran potencia de fuego que aumentan los reflejos, la velocidad y la fuerza del usuario, aunque no queda claro cuánto. Llamarles armaduras es casi una formalidad, porque parecen más los desechos de un transformer que un traje de combate; además, algunos de ellos cargan con unas espadas gigantes que son inútiles, pero que se ven mazo “kool”.

La historia no va más allá: es una película de marcianos con un elemento nuevo sacado del día de la marmota. No es su mejor baza ni creo que pretenda serlo, la historia es la típica en una peli de este estilo, su objetivo es entretener y eso lo cumple satisfactoriamente. Muy seguramente las novelas originales sean mejores, tengan más trasfondo y un mejor desarrollo, o de plano una historia mejor construida pero ya lo dije en el resumen, dicen estar inspiridados, por lo que la novela está a salvo de toda crítica. Si estáis aburridos y queréis pasar unas dos horas con palomitas, os la recomiendo, es muy divertida; si no sois fans del cine palomitero y sois mas de dramas costumbristas, corred insensatos, esta no es para nada la película de acción que aúna trama, desarrollo de personajes y peleas, no es cine intelectual, para nada; para eso ya esta Matrix... a ratos. Y si odiáis a Tom Cruise, bueno, vais a disfrutar cada una de sus muertes, que no son pocas, pequeños sádicos.

Yo no firme para esta mierda ¡¡Cabrones!!

martes, 7 de abril de 2015

Antonio Muñoz Molina: Ardor Guerrero

¡Ay, la juventud de hoy en día! ¡Irresponsable, viciosa, degenerada, amoral y sin valores, una mili es lo que necesitan los jóvenes, que los metieran en vereda! Estoy seguro que mas de uno ha escuchado estas sentencias de abuelo cebolleta, aunque seguro que no con palabras tan suaves. Y es que en esta España de olor naftalina, si no se educa castrensemente, te sale el hijo yonki, o peor: comunista. Algo así defendía la mili, el campamento scout fascista que pretendía convertir barbillas peladas en hombres de crespo pelo en pecho, y que se mantuvo aun en los primeros años de la democracia porque, claramente, nadie voto a Kodos. Habían algunos que si disfrutaban del servicio militar voluntario, aquellos muchachos provincianos que no habían visto nada mas que sus pueblos y que se encontraban de repente en las playas canarias, Marruecos o en Chafarina; habían otros que se adaptaban rápidamente, porque eran mas psicopatas que el sargento de La chaqueta metálica o porque de verdad disfrutaban de la disciplinaria vida militar. Pero si alguno de vuestros padres os ha hablado de ella, para la gran mayoría  fue un recuerdo muy amargo; y si la mili te toca en Euskadi, a principios de los ochenta, la mili no es un recuerdo amargo, es una pesadilla.

GRRR, !!!WOF, WOF, WOF¡¡¡

Esto fue lo que le ocurrió a Antonio Muñoz Molina, escritor jienense, el mas reciente ganador del premio Príncipe de Asturias, y con obras sobre la guerra civil, la posguerra y la transición que le han convertido en la voz de toda una generacion y le han encumbrado como de los mejores narradores españoles actuales junto a nombres igual de excelsos como Javier Marias o Enrique Vila-Matas. Esta novela, que mas debería considerarse memorias, es toda la experiencia vital de un joven estudiante barbudo en el peor lugar de España en el peor momento posible.

El libro comienza como he dicho como unas memorias de la mili cualquiera, narrando los sucesos que espera uno encontrarse en un campamento militar: oficiales ladrando, veteranos haciendo la vida imposible a los nuevos reclutas, la instrucción, las marchas, las galerías de tiro en resumen, el anquilosado modo de vida del ejercito español de la época. A la llegada del recluta Antonio a Euskadi, todo el relato cambia y se convierte en un retrato de la sociedad en la época en que ETA se cobraba una o mas victimas semanales. Aquí es donde mas de uno podría arquear una ceja: ¡Ya vamos a demonizar! Yo no pienso entrar a ese juego, así que guardare un respetuoso silencio, pero me tomare la libertad de bajaros esa traviesa ceja. Antonio Muñoz Molina no es cualquiera, y no cae en el maniqueismo barato, ni se demoniza ni se ensalza a ningún bando; mejor dicho, no hay bandos, solamente nos cuenta lo que el vivió, las circunstancias, y sus sentimientos, casi todos de pavor. Lo que si que me vais a permitir es hacer una reflexion puramente personal, y es que ETA por entonces si se cobraba victimas diarias y cometia asesinatos a sangre fria; eso no es demonizar, eso es un hecho, y lo vais a ver narrado con palabras mucho mas duras que las mias que, a mi parecer, son las que merecen actos así.

Normal que acabaran así: en el campamento no habia Wifi...


El estilo de Muñoz Molina es muy personal, con frases inacabables, subordinando hasta llegar exhausto a un ansiado punto y seguido. Hay muchas emociones y sensaciones, mucha melancolía y nostalgia confusa, entre amarga, por la experiencia en si, y genuina , por los compañeros que le dieron un consuelo en ese entonces ahora desaparecidos u olvidados. Es, ademas, como he dicho antes, un relato de una época muy dura de la historia de España, en la que no me pienso meter, pero que no pienso ni olvidar ni suavizar con palabras amables, como he hecho anteriormente. Es una lectura recomendable, casi diría que necesaria para comprender nuestra historia mas reciente; acérquense sin miedo, pero acérquense.

Acercaos sin miedo, niños...

domingo, 5 de abril de 2015

Descubriendo a Forrester

¡Albricias! ¡Albricias! ¿Que leen vuestros incrédulos ojos, en serio una reseña de una película, al fin? ¿Acaso han cambiado al autor del blog? ¿Acaso se ha tomado sus vitaminas? ¿Acaso le está dando mucho bombo a un chiste alargado? Si, no, si y, por desgracia, si… Por fin tengo algo de tiempo para la contemplación y he decidido dedicarlo a ver películas como si el mundo se acabara al dia siguiente; o peor, cerraran Pordede. En menos de dos días me he tragado enteritas cuatro películas, algunas fantásticas, como el cuento de la princesa Kaguya, que también reseñare, porque es una maravilla; otras correctas pero muy entretenidas, como Al filo del mañana; y otras… Como descubriendo a Forrester.
A la hora de elegir una película siempre sigo los mismos pasos: primero, veo el elenco actoral en busca de actores y actrices que me gusten, por si la película es mala, al menos tener una buena actuación que llevarme a las retinas; luego, veo la trayectoria del director, para ver su recorrido, sus éxitos, sus fracasos y, en general, si hay alguna película suya que haya visto. En este caso, me guié por lo primero más que por lo segundo, porque si alguno de vosotros ha leído esta entrada vera que tengo un fetiche para nada sutil con cierto escocés de voz gruesa y barba neanderthal. En efecto, si Sean Connery sale en una película soy capaz de tragarme hasta Zardoz –oh, santa Madonna… Zardoz-. Del director Gus van Sant poco puedo decir porque apenas lo conozco. Sé que dirigió El indomable Will Hunting, que me gusto bastante aun  con el insufrible Matt Damon y el cara-cemento de Ben Affleck; también se que dirigió Milk,  nominada a mejor película en 2008, sin embargo, no he tenido oportunidad de verla. ¿Y cómo fue, en este caso, la experiencia? Resumamos la historia aunque como vereis no me voy a esforzar mucho.

Tendrá su entrada... MERECE su entrada
La película empieza en el Bronx, en el clásico escenario barriobajero donde los Jets peleaban contra los Sharks y los nigga-mannigas juegan al baloncesto como único pasatiempo, que a veces compaginan con el hurto y el allanamiento de moradas. Y no lo digo yo, así es como Van Sant muestra a los habitantes afroamericanos del barrio. Pero ellos nos importan un carajo, a nosotros nos importa Yamal, un joven de 16 años superdotado que lee como un cabron, y con unos gustos literarios la mar de pedantes, también hay que decir. Nuestro joven protagonista es un adolescente del barrio más: juega al baloncesto con sus amigos, en el colegio no rinde mucho ni poco, y de vez en cuando roba (estoy siendo de un políticamente correcto hoy que te rilas, vaya). Sin embargo, Yamal es un genio, lo que ocurre es que no se hace notar para que no le den de lado sus amigos, comportamiento muy adolescente, hasta que los excelentes resultados de una prueba de rendimiento le delata. Así, en un pliqui, Yamal abandona los suburbios para ir a un importante colegio a estudiar… literatura, creo (en verdad no lo dicen pero se sobrentiende), y poder desarrollar todas sus capacidades, tanto en el ámbito académico como deportivo, pues seguirá practicando baloncesto hasta convertirse en la estrella del colegio. Este cambio de escenario no será bien visto por sus antiguos amigos ni por sus pijolis compañeros de aula, como bien podéis intuir.
Paralelamente, en una de las incursiones nocturnas typical Bronx, Yamal entra en la casa de un anciano que se dedica a observar con unos prismáticos por su ventana los partidos de baloncesto que Yamal juega con sus amigos (yuyu, mucho yuyu), y descubre, sorprendido, que es ni más ni menos que… ¡Sean Connery! … Digo, ¡William Forrester! Un afamado escritor, ganador del premio Pulitzer, autor del libro que están leyendo en ese momento en clase. Resulta que Forrester se relego al ostracismo agorafobico tras publicar su primer y único libro. Con este primer encuentro Yamal y Forrester realizan un pacto: Yamal no le dirá a nadie donde se oculta el si este le enseña a perfeccionar su escritura. Y de este contrato nacerá pronto una amistad que crecerá durante el resto de la película.

Trae pa' acá ese culito, bribon
Sean Connery, literatura, el arte de escribir… esta película tenía todo para que me encantara, y, sin embargo… No lo ha hecho. Descubriendo a Forrester no es una mala película, es una bonita historia sobre la amistad, que para su desgracia hemos visto muchas veces y mejor contada. Tuve mala suerte al ver esta película, justo la semana anterior había visto Esencia de mujer, con Al Pacino haciendo de veterano de guerra ciego y borde, Chris O’Donnell haciendo de estudiante soso (muchísimo más insulso y ramplón que Yamal), y con una trama y desarrollo que, si bien no se podría llamar plagio, se asemejan lo suficiente como para hacer una comparativa y que de esta Descubriendo a Forrester salga peor parada. La figura agorafobica y gruñona esta impecablemente ejecutada por Sean Connery, pero no destaca tanto como personaje como gustaría y, como mentor, deja muchísimo que desear, pues su función se limita a varios consejos, algo así como John Keatings en El club de los poetas muertos, que no enseña a los alumnos ni literatura ni a liberar su creatividad sin temor a que el mundo académico pisotee sus sueños, solo se limita a cuatro aforismos de libro de escritura de dudoso valor practico y cuatro carantoñas (pero con mucha, mucha carisma). Forrester viene a ser eso mismo, potencial desaprovechado, un personaje a medias.

Vais a ver mas libros en esta foto que en toda la pelicula. De baloncesto os vais a hartar
Yamal es un adolescente y su rol es tal, con el valor añadido de ser el único integrante culto de su círculo social: quiere encajar pero no sabe cómo hacerlo, es inteligente, brillante, pero a veces temerario y rebelde, orgulloso en el bueno y mal sentido. Su llegada el nuevo instituto no se lo pone nada fácil, debe hacer frente a los prejuicios de sus demás compañeros, tanto en el ámbito académico como deportivo, y los de su profesor de literatura, que viene a ocupar la figura de villano, interpretado por Murray F. Abraham (en El nombe de la rosa tambien es el malo... curioso), que le hará la vida imposible por desafiarle delante de toda la clase. Aunque Yamal sea el protagonista, no sobresale en ningún momento de la historia, incluso al final, el momento más emocionante y cliché básico de este tipo de películas se basa en una gran mentira que lo único que hace es sepultar al personaje por completo. Ya no es que te importe poco, es que te la sopla completamente.
A la siguiente impertinencia te bajo la resolución a 240p
Criticar películas no es mi fuerte, y por desgracia he escogido una que ha despertado excesiva animosidad en mi interior. La estoy juzgando con excesiva dureza, si, y eso se debe a que no soporto que una película me engañe, y esta promete demasiadas cosas para, al final, no cumplir ninguna de ellas. La relación entre los personajes no se desarrolla por completo, todo ese trasfondo de literatura y escritura es pura fachada, son cuatro menciones colocadas estratégicamente para reflejar que ellos saben de literatura y eso es MENTIRA, el final es la mayor prueba de que esa patina intelectual es un fraude. Incluso hay una subtrama romantica unida a la de los prejuicios, y no he profundizado en ellas precisamente porque no aportan nada a la historia, son anecdoticas, y la película ni siquiera se esfuerza en que a ti te importen.

Recuerda, Yami, mas vale pajaro en mano que ciento en el ano...

En resumen, si os gusta este tipo de historias, dramas sencillitos para una tarde en la que no tengáis que hacer nada, echadle un ojo, tal vez la aguantéis mejor que yo. No obstante, no recomendaria esta película a nadie, aun sin ser mala, no merece perder las dos horas que dura. Lo siento
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