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jueves, 12 de febrero de 2015

Anatole France: La Isla de los Pingüinos

Míralos que monos, bailando
Cuando alguien se dispone a abordar a algún ganador del premio Nobel espera encontrar un autor de obras complicadas, de sesudos conceptos y mucha simbologia, historias del día a día que dan mas importancia a la psicología de los personajes que a la acción, a veces, incluso, ignorando lo que se llamaría una trama convencional. Esto, esta claro, es una generalización muy atrevida, existen multitud de excepciones en estos 115 años de galardones literarios: pero partamos de mi premisa, porfi. Imaginemos por un momento que todos los autores de Nobel son un Hermann Hesse o un William Faulkner; si es así, Anatole France es una rara avis en toda regla. Sin nunca abandonar la complejidad narrativa, ni la simbologia, ni sus profundos sentimientos socialistas, el francés nos ofrece siempre tramas muy pintorescas y para nada convencionales, casi cercanas al genero fantástico, para abordar los complicados conceptos que se le exigen a un Nobel; y llamándose este libro La isla de los pinguinos, os podéis imaginar por donde nos puede salir el autor. Voy a hacer aquí otro pequeño inciso. Si habéis leído la presentación podéis ver que me encantan los pinguinos, mas que el respirar. Por eso voy a deciros que estoy francamente decepcionada por la novela.

Una vez un amigo de mis padres, natural de Francia, me describió a Anatole France como el mejor narrador  en francés, por su concisión y sencillez del lenguaje sin abandonar nunca el cuidado y el esmero del mas avezado narrador. Esta afirmación nunca la he probado, no tengo tanto nivel de la lengua gala; pero podríamos decir que esta novela ejemplifica muy bien esto, pues con muy poco es capaz de contarnos toda la historia de la humanidad -y la de Francia, en particular- en muy pocas paginas. Y es que este libro es básicamente eso... pero con pinguinos. Partiendo del relato de un santo perdido en tierras polares -ignoremos la errónea localización- que decidió, siguiendo su labor religiosa, bautizar a todo pájaro viviente del iceberg, cada etapa de la convulsa historia de la humanidad se muestra ante nuestros: desde el medievo, hasta la modernidad, pasando por la Ilustración y las crisis religiosas, incluso mostrándonos algo de lo que sera nuestro futuro si seguimos con esta forma de vida. Toda la obra se construye a traves de anecdotas que reflejan una determinada época histórica, tomando unos personajes para cada una de ella, pero sin llegar a profundizar en ninguno de ellos.
Los pinguinos son el vivo retrato del ser humano, con defectos y virtudes idénticas, con afán por el progreso e irracional instinto de autodestrucción; todos los errores que hemos cometido a lo largo de nuestro paso por el planeta son cometidos por las aves. Los conflictos religiosos, las revoluciones, la democracia, el despotismo, las guerras, todo es narrado por Anatole France con un humor sarcástico, casi cínico, y siempre teniendo como ejemplo -malo- a Francia, echándole en cara todos los errores que ha cometido. Se nota mucho las ideas socialistas del autor, muchas veces apocadas por el desencanto y el escepticismo.


Cuantas mujeres habrán caído bajo el atractante de semejante mostacho
Toda esta critica satírica a la Francia republicana de principios de siglo XX, muy a modo de los viajes de Gulliver, se hace muy simpática, pero también muy cansina. Mas que una novela, se trata de un tratado histórico de una nación pinguina, y esto la convierte en algo muy impersonal, al menos para mi, pues nunca pude interesarme por ningún personaje, y muy pronto deje de interesarme por la historia misma. Pero es un libro simpático, seamos claros... ¡Los protagonistas son pinguinos! ¡Joder! ¡Cuantas novelas pueden presumir de eso!
¡A bautizarse! ¡Vamos!

miércoles, 11 de febrero de 2015

Umberto Eco: El Nombre de la Rosa

Hablar de El nombre de la rosa es hablar sobre libros: la fascinación por sus conocimientos, el poder que encierran sus paginas y el terror que provocan en algunos sus palabras. El nombre de la rosa es, ademas, el retrato de una época oscura de la historia humana, en la cual el acceso a estos, nuestros apergaminados amigos, estaban recluidos en oscuras bibliotecas monacales al acceso únicamente de unos pocos elegidos. Hay mucha metaliteratura en esta historia, desde el juego de narradores y manuscritos encontrados hasta el desfile de obras que se suceden a lo largo de toda la novela; y su autor, Umberto Eco, experto narrador y semiotico, sabe dar una profundidad y unos niveles de lectura que hacen que esta obra cambie su naturaleza  con cada lector.

El nombre de la rosa nos cuenta la historia de un manuscrito transcrito de otro firmado por un monje franciscano -¡Olé!-, Adso de Melk, que nos narra los misteriosos sucesos que ocurrieron en una abadía perdida en las montañas italianas junto a su mentor Sean Connery, perdón, Guillermo de Baskerville. Acompañado por su maestro, un inteligente monje apasionado por la lógica y la deducción, se dedicaran a resolver unos intrincados asesinatos que están sacudiendo a la abadía en el peor momento posible, justo cuando es sede de un acalorado debate entre franciscanos y dominicos que decidirá el devenir de la iglesia católica en los próximos siglos.

Cartel de la película, con Sean Connery, su barba, sus profundos ojos oscuros... ¡NO SOY GAAAY!

Nos encontramos, en primera instancia, ante una novela detectivesca, casi podría decirse que, cronológicamente hablando en ámbitos intrahistoricos, del primer detective de la literatura. Podemos apreciarlo por el holmesiano apellido del monje franciscano. También es una novela histórica, pues retrata un episodio de la Edad Media teologicamente convulso, y lo hace con una exactitud y precisión casi académica. Así, tenemos ya dos lecturas, una novela de aventuras, con un misterio atrayente y fácil de seguir, y una historia mas profunda repleta de simbologia y citas latinas. Sea cual sea la lectura que realicemos, el resultado siempre sera satisfactorio, tanto para el lector ávido de entretenimiento como para el mas exigente -ambas posiciones respecto a la lecturas son igual de correctas-.
La novela tiene mas de 700 paginas, lo que permite correcto desarrollo de los personajes, sobretodo de Adso, en plena y boyante adolescencia, con todo lo que ello conlleva para un joven mojen. Guillermo nos fascina desde la primera deducción, y sin llegar al nivel de excentricidad del detective de Baker Street, si que es igual de carismático. Los otros monjes de la abadía, los copistas, el abad, los inquisidores... todos tienen una presencia palpable en la historia, mucho mas profunda que la de potenciales victimas de un despiadado asesino.

El libro me lo ventile en una tarde y mas o menos en este estado


La narración se toma su tiempo y avanza con calma pero resuelta, describiendo con gran precisión el escenario en que se desarrolla la acción, deteniéndose puntualmente para ensalzar la belleza de la arquitectura medieval, o llamándonos la atención de un detalle pintoresco de la vida del medioevo. Nos ofrece, con igual precisión, la labor de los monjes copistas, la inestable situación de Europa y porque los cimientos de la Santa Sede están tambaleándose. Me hago cargo de que estas partes podrían resultar mas aburridas observando en conjunto la extensión de la novela, pero se compensan por el misterio a resolver, tan atractivo que obligara al lector a continuar con la lectura y soportar con estoicismo un poco de arte románico.
Al principio de la reseña he dicho que hablar de El nombre de la rosa es hablar de libros, pero debería matizar: hablar de El nombre de la rosa es hablar del amor por los libros. Y esto es algo que Umberto Eco muestra  en cada párrafo, una profunda pasión por el arte de narrar, por el conocimiento, y por el libro como objeto. La escena final, es la mayor prueba de esta amor, pues el lector siente tristeza por lo que esta leyendo, genuina tristeza, y esta sensación muy pocos libros han logrado plasmarla; quizá Fahrenheit 451, aunque esta distopia produce mas terror que tristeza por el mismo motivo.
Como conclusión me gustaría, aunque creo que por mi vehemencia no es necesario, recalcar que la novela de Umberto Eco es una de mis favoritas, y que soy capaz de disfrutarla tanto como novela como por la adaptación cinematográfica de Jean-Jacques Annaud del 86. Ambas son igualmente recomendables y podeis disfrutarla sin miedo de las dos formas, y os recomiendo encarecidamente que lo hagais... que coño, os lo ordeno: ¡leed esta maravilla! ¡U os robo el perro!

A Romualdo no le gusto el libro. Me vi en la necesidad de discrepar...

lunes, 9 de febrero de 2015

Vangelis - L'Apocalypse des Animaux


Apocalypse Des Animaux - Générique (1:25)
 La Petite Fille De La Mer (5:53)
 Le Singe Bleu (7:30)
 La Mort Du Loup (3:00)
 L'Ours Musicien (1:00)
Création Du Monde (9:51)
 La Mer Recommencée (5:55)

Lo que voy a decir es una opinión muy personal, y tengo hasta miedo de soltarla asi, a bocajarro y sin amor. Pero allá va: Vangelis me parece el músico más grande del siglo XX, y el compositor más grande vivo en la actualidad.  Ala, ya lo he dicho.Y si, se perfectamente que hay muchísimos otros músicos de renombre de géneros muy distintos que son más famosos y han calado tanto en la cultura popular que ya son leyendas comparables Mozart o Bach -si no me crucifican por lo primero, por esto seguro que si-, al igual que también se que durante el siglo XX y XXI ha habido numerosos compositores de música clásica que se que los más puristas dirán que no solo superan, si no que violan inmisericordemente al barbudo griego. Pero este es mi blog, son mis gustos, y Vangelis para mi es un genio, y aunque sé que en el futuro solo se le recordara por sus increíbles bandas sonoras, las cuales la mayoría de las veces son mejores incluso que la peli –ejem, 1492, ejem, ejem-, ante los teclados y sintetizadores, este hombre sera una leyenda.

Cuando era joven, este hombre no tenia ni la mitad de barbas que ahora
Luego de mi soflama, permitidme que entre en materia y una sucinta aclaración: la obra de Vangelis es prolífica por no decir inabarcable, y por desgracia no soy ningún experto ni en música ni en el compositor heleno, así que espero no decir muchas barbaridades o dejar puntos aislados o confusos.
Tras una breve carrera junto a Demis Roussos en el grupo Aphrodite’s Child a finales de los sesenta y un intento de carrera en solitario con el álbum Earth, que paso sin pena ni gloria –y que además ni siquiera he escuchado-, Vangelis quiso buscar el éxito comercial internacional, y para ello comenzó su larguísima colaboración como compositor de bandas sonoras. Y así nació  L’Apocalypse des Animaux (1973), como la banda sonora de un documental de la vida salvaje del realizador francés Frederic Rossif, con el que también haría La Fete Sauvage (1976) y Opera Sauvage (1979). Con este disco Vangelis consiguió su ansiado triunfo internacional en solitario, y el reinado musical que se mantendrá por más de 40 años.
Contraportada del disco. El estilo nebuloso de las imágenes se aprecia en la música 

Con una duración de 35 minutos en vinilo y cassette, interpretado principalmente por piano y guitarras, a las que se unen melódicas atmósferas de sintetizador, todo ello tan difuminado como la portada del disco. La obra comienza con una obertura muy exótica, rocambolesca, que contrasta enormemente con la pieza más famosa del álbum, La petite fille de la mer, un tema increíblemente melancólico y emocional, con un piano sobrecogedor que diriase de cristal  unido a unos nebulosos sintetizadores que evocan el océano borrascoso en plena noche. Le singe blue es también una tonada triste, con una trompeta protagonista que unida a los delicados pulsos de sintetizador crean una pieza casi jazzística, muy introspectiva. La mort de loup da un mayor protagonismo al sintetizador y la guitarra, creando una pieza con más matices, pero igual de melancólica que las dos anteriores. L’Ours Musicien es una composición más llamativa, tan intensa como breve, y rápidamente da paso a la que podría ser la pieza más cósmica de todo el álbum, que anunciaría cual sería el devenir del músico griego en los próximos años. Creation du monde sugiere con sus nebulosos sintetizadores unos parajes oníricos y sugestivos, una representación musical de lo que serían los océanos prehistóricos desnudos de vida, de azul infinito.  El tema final, La Mer Recommencee, podría ser un eco de la anterior tonada, igual de onírica, pero con mucha menos fuerza.

La petite fille de la mer


L’Apocalypse des Animaux es un álbum muy agradable de escuchar y accesible para aquel que quiera adentrarse por primera vez en la música del barbudo heleno. Dentro de su prolífica producción, este álbum es una obra llamativa, mucho más melódica y menos cósmica o “futurista” que sus obras más destacadas, casi podría decirse que es música ambiental, como la que popularizo Brian Eno en la misma epoca; y es esta cualidad la que, a mi parecer, la convierten en un disco esencial para no iniciados. 

La creation du monde

Francis Marion Crawford: La calavera aullante y otros relatos de fantasmas espeluznantes

Valdemar, como te quiero...
Hablar hoy en día de Francis Marion Crawford es hablar de un desconocido. Antaño mundialmente conocido por sus novelas históricas, hoy en día apenas es recordado por los aficionados al terror sobrenatural por un puñado de relatos. Pero que relatos. Todos ellos son piezas de horror brillantemente construidas, con una temática sobrenatural y fantástica muy oscura, gótica en algunos de ellos, o cercana a nuestro día a día en otros (cercana para principios de siglo XX, obviamente). Muchas de estos cuentos comienzan con un grupo de amigos reunidos disfrutando de la noche y contando historias, hasta que uno de los integrantes comparte la historia en cuestión, como queriéndonos hacer cómplices, como si nosotros también estuviéramos reunidos en torno a un fuego de campamento.





Esta colección, ofrecida impecablemente por la editorial Valdemar, reúne 8 relatos:
-La sonrisa muerta: a mi parecer, la mas gótica de todo el conjunto. Se nos cuenta la historia de una familia maldita y de su patriarca, el cual ha cometido un horrible pecado del que los personajes son directamente herederos. Un triunfo de la atmósfera, en la que cada elemento provoca mas y mas inquietud.
-La calavera aullante: dos amigos se reúnen para hablar de la trágica y siniestra historia de una particular calavera la cual, según el poseedor, grita cada noche. Aunque Crawford sea demasiado evidente en sus insinuaciones durante toda la obra, es un tour de force donde la situación se vuelve mas y mas angustiosa, hasta que sobreviene el horror.
-!Hombre al agua¡: una historia de amor sobrenatural que involucra a dos hermanos gemelos, uno de ellos muerto en un accidente. El relato arroja multitud de incógnitas, a cada cual mas tenebrosa, que se desvelan en un final increíblemente triste.
-Porque la sangre es vida: una vuelta de tuerca a la clásica historia de vampiros, en la victima sufre el influjo de un ser que le llevara a la ansiada perdición.
-La litera de arriba: la premisa del cuento fue suficiente para tenerme inquieto. En un crucero de placer, nuestro protagonista duerme en un camarote con una única ventana por la que entra un visitante para acompañarle de noche. Es el cuento con mayor impacto, en el que se abandona la insinuación y el horror nos golpea directamente en la cara.
-Junto a las aguas del paraíso: no calificaría este cuento de terror per se, mas bien podría describirse como una fantasía romántica. Un joven melancólico y encerrado en si mismo siente el influjo de un ser que vive en el estanque de su mansión; cuando este se enamore, el espíritu se pondrá celoso. Una historia de amor muy bien llevada.
-El fantasma de la muñeca: al contrario de lo que refleja el titulo, tampoco estamos ante una historia de terror. Mas bien, se trata de una historia triste, que involucra a una niña desaparecida y su fantasma. Es el cuento que menor impacto me causo, lo poco que he esbozado antes es lo máximo que alcanzo a recordar.
-El mensajero del rey: a una cena familiar llega un atractivo y sombrío invitado que nadie esperaba. Un cuento oscuro correcto con un desenlace esperado pero no por ello menos placentero.

El autor

Aunque actualmente el terror que cultiva Crawford en esta colección de relatos ya no tenga el impacto que en los años en que se publico, no deja de ser una muestra del mejor terror sobrenatural: una atmósfera tenebrosa cuidada, un constante crescendo, un estilo depurado y muy sugerente y unas apariciones fantasmales muy imaginativas. La lectura de este pequeño tomo no decepciona para nada al aficionado al genero, y puede llegar a ser muy disfrutable para el no iniciado.

domingo, 8 de febrero de 2015

Henry James: Otra Vuelta de Tuerca

La gente va a tener que perdonarme la rotundidad y mal café a la hora de expresarme, pero Henry James me parece un escritor palizas donde los haya. Si, si, Henry James, un clásico de la literatura inglesa e imprescindible figura del siglo XX, con obras como Retrato de una dama y Washington Square a sus espaldas donde disecciona meticulosamente la personalidad de cada uno de los personajes y la sociedad de su epoca y bla, bla, bla. Les voy a resumir que significa esa frase que todos los críticos utilizan hasta sacarse el herpes del labio: Henry James rellena párrafos enteros de cadenas de razonamientos o excesivamente enrevesadas o excesivamente obvios, o diálogos tan complejos y artificiosos que ni el mismo Oscar Wilde con todo su ingenio hubiera sido capaz de vomitar de forma natural, que terminan por abrumar y finalmente por aburrir al lector. Y creedme, que Henry James es aburridisimo, hasta en sus novelas cortas, donde se hace medianamente soportable, cuesta seguir ese ritmo tan lento y pausado.


Otra vuelta de tuerca pertenece a la segunda categoría: es una novela corta, un antecesor del thriller psicológico o una historia de fantasmas. En esta novela se nos narra la historia de una institutriz, la cual entra a servir en una mansión de campo para educar a una pareja de hermanos, encantadores y muy bien educados. Era un trabajo perfecto, hasta que la aparición de un hombre extraño con ropas de la servidumbre, presuntamente muerto lo trastoca todo. La joven entra en un estado paranoico y, al estar toda la historia narrada por ella, en este punto del relato no sabemos si de verdad existen fantasmas o todo es producto de su mente cada vez mas perturbada.                                                  
 Como el propio nombre indica, toda la historia es una constante vuelta de tuerca al genero de la ghost-history muy popular a finales del siglo XIX; no sabemos si los fantasmas existen o no pues no podemos fiarnos de la protagonista, que en su afán de encontrar respuestas a los extraños sucesos que presencia, actúa y se comporta de manera tan errática que hace desconfiar constantemente a la servidumbre y a los niños de su cordura. Este desarrollo en la historia es brillante, increíblemente inteligente, debería mantener al lector pegado al libro y elucubrando sobre que ocurre. Pero he dicho debería, porque Henry James ya se encarga, con su estilo recargado y sus soporíferas decostrucciones de personajes, diálogos y reflexiones, que el lector termine por cerrar el libro y mandarlo a tomar mucho...

El autor, sedusiendonos

Lo que quiero decir es que Henry James se excede en su afán de mostrarnos personajes complejos, y en su infinita sensibilidad esboza párrafos y párrafos que no conducen a nada, o si, pero que podrían haberse contado con muchas menos palabras y de una forma mas ágil; es importante conocer la psicología del personaje, si, pero también es importante no abrumar al lector y dejar algo a su imaginación. La trama es buena, la premisa, brillante, pero el desarrollo es doloroso. Quizás alguien con mas paciencia que yo sepa apreciar la sensibilidad y los párrafos de Henry James, porque insisto en que la historia es muy buena, pero yo, sinceramente, con esta novela y Lo que Maisie sabia he tenido suficiente Henry James para dos vidas.

sábado, 7 de febrero de 2015

Pio Baroja: El Árbol de la Ciencia

Leí por primera vez este libro a la edad que se supone todo el mundo debería leerlo: en plena y boyante adolescencia. Esta clausula me parece bastante extraña ¿Como una novela realista, ambientada en la España miserable de fin de siglo XIX, poblada por personajes igualmente miserables, y con tendencia a la divagación filosófica puede ser interesante para un adolescente? He de decir que en su momento no lo comprendí, aunque la novela me encantara, pero supongo que ahora que tengo muchas mas lecturas a mis espaldas y algo mas de conocimiento de la literatura hispana seré capaz de analizar la novela con mayor propiedad que cuando impúber.

Pio Baroja perteneció a la generación del 98, un grupo de escritores que pretendían con su prosa abrir la conciencia de una sociedad deprimida tras la perdida de las ultimas colonias. Con un estilo conciso y sencillo, como de un estudiante, Baroja deconstruyó la sociedad de su tiempo, la pobreza, las desigualdades, y para ello utilizo a personajes complejos, en constante lucha por la vida y en busca de su identidad, tratando siempre de sobrevivir a un país misero, inculto, atrasado un siglo entero, y gobernado por el férreo tradicionalismo clasista y el yugo eclesiástico. En esta novela, se nos narra la historia de de Andres Hurtado, desde que es un joven estudiante de medicina hasta su muerte, y su constante búsqueda de una filosofía de vida que le ayuda a vivir plenamente consigo mismo. Utilizando la travesía vital de Andres, Pio Baroja realiza una critica feroz contra la España de la época, que estremece por su actualidad.

Los nuevo diseños de Alianza Editorial son cada día mas feos


La novela se compone de frenéticos episodios de la vida del protagonista, narrados con prosa ágil y sencilla, en las que de vez en cuando aparece la figura de su tío, el filosofo, cuyas conversaciones constituyen las partes mas interesantes de la novela y es donde vemos verdaderamente los cambios que han ocurrido en la personalidad de nuestro protagonista. Aunque estas partes, a priori puedan echar para atrás, Baroja las narra de forma que sean accesibles hasta para los adolescentes.
¿Es este un libro que se deba leer en la adolescencia? Desde luego que si. La adolescencia es una etapa confusa en el ser humano; somos extraños entre dos mundos sin pertenecer a ninguno de ellos, niños y adultos; y esto se resume en una constante búsqueda de una identidad y una personalidad. Esta novela es exactamente eso, y de adolescente es muy fácil sentirse identificado con el protagonista, compartimos esa sensación confusa de desorientación en la vida. La critica social, unido a la atmósfera pesimista y una prosa simple ayudan a hacer la obra atractiva y digerible, disfrutable de adolescente, y muy compleja de adulto.


Yanni - Keys to Imagination

1-      The North Shore of Matsushima (5:08)
2-      Looking Glass (6:35)
3-      Nostalgia (4:27)
4-      Santorini (4:34)
5-      Port of Mystery (4:49)
6-      Keys to Imagination (5:13)
7-      Forgotten Yesterdays (3:30)
8-      Forbidden Dreams (3:57)

Algo tienen los griegos que hace que su música sea muy especial. Quizá sea su historia milenaria, por la que ha desfilado innumerables culturas, desde la clásica época helena de las liras y las citaras, pasando a la ocupación otomana, con sus cuerdas orientales y su sonido exótico; quizá sea el clima jónico, ese espíritu levantino, mediterráneo, cálido; o quizá, simplemente, sea una combinación de todos estos factores  los que dotan a los músicos griegos de un aura de sensualidad muy particular. Tenemos la aterciopelada voz de Demis Roussos, que nos abandono hace ya casi una semana, pero cuyo Triki triki Mon Amour siempre nos acompañaran; tenemos al genio barbudo, Vangelis, creador de icónicas bandas sonoras y un mago de los sintetizadores; tenemos, también, a Chris Spheeris, cuyo sonido es el más cercano a Grecia. Pero, de entre todos ellos, se encuentra un músico de la new age, de las nuevas músicas, con un sonido tan característico como llamativo,  globalizante y romántico. Me refiero a Yanni Chryssomallis, mundialmente conocido como Yanni.

Mi nombre es Iñigo Montoya, vos matasteis a mi padre!

Yanni tiene la presencia de un galán de telenovela venezolana: cuerpo atlético, brillante sonrisa, larga melena azabache, y bigotazo mariachi. Pero la edad ya no perdona y parte de este aspecto olímpico ha ido desapareciendo, aunque ya me gustaría a mí tener ese aspecto con 60 años. Este aspecto atractivo ha hecho que salga en la mayoría de las portadas de sus discos, lo que podría echar para atrás a más de un escéptico de la música New Age, donde la muchas veces calidad brilla por su ausencia cuando es eclipsada por una cara bonita. No nos dejemos engañar, el sonido de Yanni tiene una gran calidad, y prueba de ello son sus conciertos en la Acropolis o el Taj Mahal, que hablan por sí solos. En Keys to Imagination (1986), su segundo álbum y primer gran éxito del compositor griego, encontramos al Yanni mas clásico, el que combina sonidos de sintetizador con teclados y arreglos orquestales épicos llenos de vida y color con una sensual aura mediterránea que en discos posteriores sería sustituida por una música mucho más globalizante, mas étnica, con mayor uso del apartado sinfónico que del sintetizador.

The North Shore of Matsushima

El disco lo abre The North Shore of Matsushima,  la pieza más poderosa del conjunto, cargada de potentes sonidos de sintetizador, que van oscilando a lo largo de toda la tonada, alternando pasajes melódicos cargados de romanticismo con otros mucho mas épicos y grandilocuentes, y una que otra flauta japonesa que la dotan de la atmósfera oriental que sugiere el titulo (“la orilla norte de Matsushima). Looking Glass comienza con una guitarra y unos sonidos oníricos muy mediterráneos que dan paso gradualmente a un desfile de sonidos donde el protagonista es el atmosférico sintetizador y la percusión distorsionada. Nostalgia, como su nombre indica, es un tema mucho mas melancólico, que evoca a la tierra natal de Yanni, Kalamata, que tuvo abandono a los 18 años para estudiar psicología en Estados Unidos. Una tierna pieza de piano abre la tonada, a la que se unen rápidamente los sintetizadores en un  fastuoso y brutal crescendo. Junto con la primera, son mis canciones favoritas del álbum; esta última fue versionada en 1992, en directo desde la Acropolis, prescindiendo de los sintetizadores y sustituyéndolos por una orquesta, que no está nada mal. Con Santorini Yanni vuelve a evocar su tierra natal de la misma forma: una obertura tierna y atmosférica, que nos traslada a las islas bañadas por el transparente Egeo, y se transforma rápidamente en una pieza más épica. Port of Mystery es una tonada mucho menos colorida que las anteriormente mencionadas; es una pieza más comedida, con unos sintetizadores más relajados y unos sonidos más melancólicos, más oníricos. En Keys to Imagination nos encontramos también con guitarras tristes que dan paso a un sintetizador más severo y furioso; el conjunto es mucho más cercano al sonido levantino. Forgotten Yesterday es una pieza completamente atmosférica, con tenues notas de sintetizador que recuerdan al golpe de un arpa de cristal; Forbiden Dream, en cambio, podría decirse que tiene toques tribales, sobretodo en la percusión,  a la que se superpone un meloso sintetizador con profundos golpes de gong distorsionados.
Keys to Imagination

En su conjunto, Keys to Imagination es un disco complejo lleno de matices que abarcan la fanfarria new age grandilocuente y épica, las etéreas composiciones de sintetizador, el evocador piano y una ligera tendencia a la globalización con toques tribales, orientales y mediterráneos. No es el mejor disco para iniciarse con Yanni por sus excesos, pero sin duda es de sus trabajos más logrados, y de mis favoritos dentro de mi discoteca, en la que se encuentran muchos otros más accesibles que iré subiendo en otra ocasión. 

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