Anoche por circunstancias que aun
no sé explicar me encontraba alicaído, taciturno, tristoncete, y con más calor
que la comunión de charmander, lo cual no ayuda más que para poner otro
motivo más para la nota de suicidio. Una persona normal, con sus dos dedos de
frente se hubiera dormido, pues eran las 2 de la madrugada o, en su defecto ya
que el sueño no es una opción, se pone algo que de buen rollo, como Love Actually, y se arrima a su tarrina Haggen Dazs tamaño regimiento… Y descubrir que al final todos encuentran el amor
mientras que tu eres un triste gordo insomne grasiento de helado de dulce de
leche y que jamás vas a ser ni la mitad de atractante que Colin Firth… ¡Y es
por eso que me puse The Road, por
supuesto! Una película feliz, divertida, con sus florecitas y sus animalitos
silvestres…
¡¡JODER, DIOS, JODER!! |
The Road es la adaptación de la aclamadísima novela del también
aclamadísimo Cormac McCarthy, nombre bastante frecuente estos últimos años en
las votaciones del Nobel de Literatura y cuya obra ha sido adaptada con gran
acierto en numerosas ocasiones, siendo, a mi parecer, No es país para viejos la mejor de todas ellas. Al contrario de lo que
me gustaría no he leído ni un solo libro de McCarthy, todo lo que se de él es
por las películas, así que está en esta reseña no habrá ni una sola comparativa
por puro desconocimiento. Solo sé que la obra original es más cruda y con momentos que rozan lo gore, y os
aseguro que la adaptación no anda escasa de crudeza ni de esos momentitos que nos tocan el kokoro. Con una estaca.
A mi las rebajas del Corte Ingles no me las jode ni Dios |
Esta es la historia de un hombre
y su hijo, y su lucha diaria para sobrevivir en un mundo convertido en un
infierno de ceniza tras una catástrofe desconocida. En su constante
viaje al sur irán buscando alimentos, cobijo, seguridad, evitando a los
bandidos y a las grupúsculos que, en la desesperación, ya han recurrido al
canibalismo.
La trama es sencilla, es una
epopeya en la que vamos descubriendo el devastado mundo postapocaliptico en que
malviven nuestros protagonistas. Un mundo gris, apagado, en el que el sol ha
sido exiliado por siempre y donde la ceniza y el polvo reinan sobre todas las cosas. Jamás se nos explica que ocurrió, ni falta que hace, ese no es el
enfoque. Esta es la historia de un padre y un hijo luchando por sobrevivir,
como he dicho antes, una historia muy humana, muy cruda y muy, muy triste.
Los primeros 20 minutos no dejan
de ofrecernos información del nuevo y demacrado mundo gracias a las potentes imágenes
del padre y el hijo deambulando de aquí y allá, sobreviviendo; y de los personajes,
apoyado sobre todo por la narración en off del padre y algún que otro flashback
de su vida anterior. Luego de esos gloriosos 20 minutos, el viaje sigue su
curso, con sus altos y sus bajos, vemos como nuestros personajes cambian por
las circunstancias, otros personajes, no siempre potenciales depredadores,
alguna que otra sorpresa inesperada pero, sobre todo, el mensaje que Cormac
McCarthy quería transmitirnos: la humanidad. Es sorprendente como en un mundo
post-apocaliptico, donde no hay que comer y un encuentro desafortunado puede
ser el último respiro que des, alguien se ciña a un código moral, algo así como
un trozo de civilización en un mundo de barbarie. Ese es el niño, que actúa
durante toda la película como una brújula moral, sin dejar de ser en ningún
momento un niño: caprichoso, ingenuo, confiado, como cualquier niño. Partiendo
de esa brújula, asistimos a la consecuente degeneración del padre, el que tanto se esforzó en que el chico creciera con nobles ideales y nunca perdiera la esperanza. Todo este proceso degenerativo es plasmado de forma asombrosa por Viggo Mortenssen, que creo que no ha hecho un papelon así en su vida; aunque no he visto Historia de violencia, así que puede que exagere algo.
Ahora estas embarazada de gemelos |
Hay algo que, por encima de todo,
destacaría, aparte de la tesis: la fotografía. ¿Recordáis aquella reseña que
hice en tiempos paleolíticos acerca de El
imperio del fuego? Yo tampoco. Después de toda la paliza gitana que le
propine dije que, por lo menos, su mundo post-apocaliptico se veía bien. De
acuerdo, eso es porque no vi The Road.
Os mentí. En The Road la fotografía esta
brillantemente implementada para transmitir TODO. Abusa de los tonos grises y
ocres, ni siquiera cuando hay luz podríamos decir que se trata de una escena
luminosa, todo está ensombrecido por el polvo. Es la misma fotografía usada en No es país para viejos, pero llevada al
extremo. Me es imposible imaginar esas atmosferas malsanas con aire
western que Cormac usa como escenario
para sus historias sin esos planos saturados de polvo. Es mas, la fotografía me
recuerda tanto a la de No es país para
viejos que me es imposible no enlazarla con otra historia postapocaliptica,
esta vez, de un videojuego: The last of
us. Apocalipsis zombie aparte, The
last of us The last of us y The Road tratan
más o menos el mismo tema: la supervivencia, la pérdida de la humanidad, el uso
de un crio como brújula moral… Y es por eso que la banda sonora tan genérica que
tiene esta pelicula la hubiera sustituido por completo por los melancólicos
acordes de Gustavo Santaolalla, el compositor de Brokeback mountain y The last
of us. Le hubiera dado mayor dramatismo a las escenas y no hubiera
desentonado con el polvoriento universo de Cormac.
Que no parezca que aquí solo pongo tonterías: mirad que fotografía. Preciosa. |
The Road no es una película perfecta, para nada: su guion esta
poblado por giros forzados y casualidades, varios momentos dramáticos son
excesivamente efectistas y la música no ayuda nada para disimularlos, la figura
del niño a veces se impone demasiado y se hace cansino… Pero The Road compensa esos fallos, a mi
parecer, lo suficiente como para poder disfrutar de la historia que nos quiere
contar, adaptando no la trama, pero si el espíritu de la novela, que invita a
la reflexión y ofrece momentos muy duros y emotivos. Aunque no haya leído la
novela tengo la total certeza de que es infinitamente mejor que su adaptación,
sin desmerecer a esta para nada, como he dicho antes; por eso, os recomendare a
ciegas que leáis antes la novela, tal vez la disfrutéis mas. Por mi parte, yo
ya sé que libro leer…
HAHAHAAHAHAHAHAHAHAHA |
Jope, que bien la vendes. Yo es que me tengo que leer el libro antes, si no, no me quedo tranquila. Y sí, cuando uno está tristón es mejor ponerse algo triste, así terminas pensando eso de "Pues no estoy tan mal".
ResponderEliminarBesooss!!
Desde luego que esa es la mejor manera de ver Hachiko. Bueno, Hachiko no, feliz o triste terminas de verla abriendote las venas xD.
EliminarUn abrazo¡¡
Yo también suelo poner cosas así de alegres cuando estoy tristona xDD Nos pueden mirar raro pero creo que si estás súper feliz y ves una película como esta, te entra un bajón considerable así que... mejor nuestra opción :D
ResponderEliminarNo he leído el libro (aún) pero la peli me pareció magnífica. Como dices, la fotografía es IMPRESIONANTE, ayuda a meter al espectador más en la historia.
Si lees After más te vale hacer reseña xD
Un abrazo!
Y mas esta, el bajon que te da no es ni medio normal xD.
EliminarDescuida que si leo After una parte de mi alma morira, y la que se quede escribiendo en el blog os va a dar terror... :V
Un abrazo¡¡
¡Buenas! He llegado a tu blog por casualidad y me quedaré como seguidora si estás de acuerdo en hacer lo mismo con mi blog :) Si es así dímelo en un comentario y volveré para seguirte! :)
ResponderEliminarY cual es tu blog? a ver que tal esta xD
EliminarMe lo apunto ^^
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMe lo apunto, se ve interesante ^^
Por cierto, vengo de la iniciativa Cadena de comentarios.
Saludos
Hola, no soy mucho de este tipo de peliculas, pero me ha llamdo mucho la atencion, igual me animo y la veo.
ResponderEliminarSoy Sara, vengo de la iniciativa de cadena de comentarios y me presento, por si no lo he echo ya.
Soy del blog El desvan de las mil y un..
a las que ya me conoceis, pues nada.... jejejej
No sleemos.
Un saludo
Este comentario es para aquellos que vienen de cadenas de comentarios. Decidi salirme de la iniciativa hara ya varios meses por verme incapaz de seguir el ritmo que exigian. Ya no sigo mas blogs ni comento en ellos salvo en los que me gustan y sigo habitualmente. Si venis aqui y os quedais porque os gusta mi contenido sed bienvenidos, me encantaria que lo hicierais; pero no querria que estuvierais aqui por compromiso, no estaria bien puesto que ya no formo parte de la iniciativa.
EliminarUn saludo