Titulo: Do Androids Dream of Electric Sheep
Idioma original: Ingles
Publicación: 1968
Edición: Edhasa
Recomendación: 8/10
Pese a tratarse injustamente de
uno de los géneros mas infravalorados y vilipendiados, creo que en la ciencia
ficción, en el género al completo, se encuentran las obras que mejor definen al
ser humano como especie, reflejando tanto sus cualidades como sus defectos. El género nació como una inevitable representación de la insaciable curiosidad del
ser humano y su afán, altruista o egoísta, por alcanzar los limites que para
nuestros ancestros eran inabordables: abandonar el mundo que nos vio nacer,
visitar a nuestros celestes vecinos del sistema solar, conquistarlos, hacer de
ellos nuestros hogares, explorar el universo conocido, trascender a nosotros
mismos como especie y alcanzar esa conciencia superior que roza a una hipotética
divinidad. Aunque, por supuesto, en el ser humano, por pesimista que suene,
posee muchos más defectos que virtudes, y no tardo en llegar a los
libros, películas y comics del género: distopias autoritarias de toda índole,
mundos post-apocalipticos producto de nuestra autodestructiva naturaleza, esclavitud de otras especies, conquista, el
complejo de Dios malencarado, presentes alternativos mucho peores que el
actual, o combinaciones de todas estas tramas. Y si hay un autor que supo
fusionar todos estos elementos, unidos a la gran inventiva e imaginación que el
género permite, ese es sin duda Philip K. Dick.
Aunque en su época no fue
reconocido, salvo por la esfera underground, actualmente varias de sus obras
han sido adaptadas al cine con mayor o menor éxito, entre ellas el clásico de
la ciencia-ficción por antonomasia, y adaptación de la novela que os traigo
hoy, Blade Runner. Si por algo
destaca la obra de Philip K. Dick es la imaginación desbordante que poseen sus
tramas y el elaborado desarrollo de las mismas, pese a estar escritas la mayor
parte de las veces en un estilo muy pobre y con tendencia a los delirios
psicodélicos; porque el pobre Philip era esquizofrénico, y como en los cuadros,
eso se nota mucho a la hora de escribir. Es más, puede hacerse un seguimiento
de cómo la enfermedad fue devorando poco a poco su mente, partiendo
de sus primeras obras, las más reconocidas, a las ultimas, pura locura.
Otro ejemplo, mas visual, de la esquizofrenia en el arte son los gatos de Louis Wain |
Voy a intentar que esta reseña no
se convierta en una comparativa entre novela y película por dos motivos: el
primero, porque considero que Blade
Runner es una libre interpretación que una adaptación propiamente dicha,
aunque el armazón en el que se sujeta la trama a rasgos generales sea muy
similar; y segundo, porque se diferencian en tanto que si tuviera que señalar
cada diferencia esta reseña seria más larga que el libro; aunque puntuales menciones serán inevitables, aviso. Como he dicho, la
trama del libro y la película se solapan: Rick Deckard es un cazador de
recompensas al que han asignado “retirar” a 6 andrillos Nexus-6 –androides
idénticos a los seres humanos en apariencia y comportamiento- llegados desde una
colonia espacial como inmigrantes ilegales y cuya presencia en la Tierra está
prohibida. Toda la historia ocurre en el alternativo año de 1992, tras la
llamada Gran Guerra Terminal que ha devastado la Tierra, cubriendo la atmósfera
de polvo radioactivo provocando degeneración progresiva de la humanidad,
obligada a emigrar a otras colonias espaciales como Marte; la Tierra, sembrada de antaño exuberantes metrópolis, es un planeta practicamente despoblado.
A Pip Boy este mundo le pone teta |
La historia se podría clasificar
como una novela negra clásica con un contexto de ciencia ficción. Hay una
investigación y unos “criminales” que deben ser capturados por un investigador, nuestro protagonista. Pero,al igual que en Blade Runner, la trama central es simple y accesoria. lo más importante de la novela es su contexto
post-apocalíptico y la representación que hace de la decadente civilización. Hay un tema principal en la novela, la realidad como concepto.
Como he dicho antes, Philip K. Dick era esquizofrénico, y esa sensación de
extrañeza del mundo, como si lo que viviera no fuera real o fuese una pesadilla
la traslada a sus novelas, y es en esta
donde todos los elementos ayudan a la hora de transmitír al lector esta extrañeza y desfiguración. En caso
de Blade Runner, que trata la
identidad, el que nos hace humanos, se juega mucho con la relación entre
Deckard y los replicantes; en la novela se centra mas en la empatia.
Las relaciones sociales ahora se apoyan en una religión
global, llamada Mercerismo, que se sustenta en la interacción con un ente
superior llamado Mercer (Un ser que incluso es tachado de fraude a veces)
mediante unas maquinas llamadas cajas de empatía, que permiten controlar los
sentimientos y, por decirlo malamente, meternos en la cabeza de otro usuario
para sentir lo que él siente. La sociedad obligada a vivir en la Tierra, esta
tan alienada que hasta los andrillos nos parecen más humanos; es más, el
titulo de la novela remite a la oveja artificial que Deckard tiene en casa. Uno
de las preceptos del Mercerismo es el deber de cuidar un animal, como un
tesoro, pues tras la guerra la mayoría se extinguieron, y quien no puede
permitírselo debe conseguir una copia artificial para mantener su estatus social. Tan importante es la tenencia de
un animal que hasta Deckard parece querer más a los animales que a
sus congéneres. Así, el hecho de que los andrillos y los animales artificiales
sean copias perfectas, sin ser afectadas por la radiación, y en el caso de los
primeros incluso más humanos, unido a una religión que utiliza maquinas para
que los individuos se relacionen unos con otros y que, para colmo, podría estar
basado en una deidad falsa, hacen que toda la obra baile sobre el límite entre
lo real y lo falso, distorsionando la realidad y jugando tanto con Deckard como
con el lector. Es fabuloso el trabajo del autor, todo esta hilado perfectamente
y no se usa una simbología pedante ni rebuscada, todo esta ahí y dispuesto para interpretarse. Y para colmo, este solo es el tema principal, hay muchos otros subtemas, como la identidad (como en Blade Runner) o la decadencia de la especie.
Mirad, un palo-selfie cyberpunk |
Sin embargo… no es perfecta. Y
aquí es cuando pienso afilar bastante los cuchillos, y ponerme hasta algo
sibarita. Para empezar, Philip K. Dick no sabe crear tensión narrativa, se pisa
el mismo los propios pies y mata sus giros argumentales al regodearse en exceso
en ellos. Os pondré un ejemplo que ocurre al poco de empezar. Cuando Deckard
conoce a Rachel la somete al test Voight-Kampff, el test para determinar si se
es humano o andrillo, y se descubre que es un andrillo. Al principio lo niegan pero luego lo reconocen, queriendo engañarlo para jugar con él y librarse
finalmente de su inspección, Deckard se enfada, empiezan a discutir, vuelven a
realizar el test, y el tono cambia completamente: Rachel es un andrillo, y al
principio Rachel y su creador fingían que ella lo era, pero luego se descubre
que ella no lo sabía, y que solo estaba siguiendo la corriente. Es
excesivamente confuso, esta escena, que en el libro son 5 paginas, en Blade
Runner no dura 3 minutos: Deckard hace el test a Rachel, habla con el creador,
le comunica el veredicto, y termina por preguntarle si ella lo sabe. Sencillo y
conciso; en el libro la conversación acaba así, tal cual, coma a coma, pero
para ello antes hemos tenido que soportar un confuso juego de tira y afloja sin sentido que ha
matado a un muy buen giro argumental. Y esto por desgracia suele ocurrir
bastante, porque si Philip K. Dick suele ser lo suficientemente sutil en sus símbolos
como para no bombardearte con ellos, utiliza fatal las relaciones entre los
andrillos y Deckard, siendo especialmente insistentes y machaconas y repitiendo
los mismos conceptos una y otra vez, lo que lastra mucho a una novela por lo
demás corta, de menos de 213.
No se vosotros... pero no quiero estar en la siguiente escena |
Otro problema es lo mal que
maneja el ritmo narrativo Dick. Hay partes en las que no dejan de ocurrir
cosas, y en otras no ocurre absolutamente nada, y otras veces, simplemente… no
sabes que cojones está pasando, porque te falta información. Y esto ocurre
sobre todo al principio del libro y es un gran problema del género: la ciencia
ficción pura es inmisericorde. Da por sentado que sabes lo que es todo y como
se estructura el universo para así desarrollar sus elementos de una forma más natural y
orgánica. Pero hasta que te habitúas al universo han pasado, no sé, 50 páginas; suficientes como para continuar o dejar la novela ahi, olvidada. Hay otro defecto, aunque este es enteramente subjetivo. En la novela
Roy Batty no tiene ninguna importancia, y era mi personaje favorito de la peli... y yo quería a Roy...
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? crea uno de los
mejores retratos de una sociedad apocalíptica y, al igual que harían muchas
obras en los noventa, hace la mejor reinterpretación del mito de la caverna de Platón
al tenerte constantemente dudando de lo que si ves es real o un inteligente
juego de sombras. Philip K. Dick compensa sus fallos formales con una
imaginación desbordante y un uso brillante de su simbología y metafisica. Es una lectura recomendadisima, el igual que la película que, aun
difiriendo tanto en sus temas, ambas hacen una importante reflexión sobre que es ser un ser humano, probablemente la mejor.
Yo lo leí por fin el año pasado y me decepcionó un poco pero a la vez me encantó xD La peli la he visto varias veces y coincidimos en personaje favorito (por eso no me gustó que apenas tenga protagonismo en el libro...) pero por otro lado, me hubiese gustado que en la peli también le dieran la importancia que tienen los animales en el libro. Vamos... que en el fondo me gustan ambas versiones y creo que se complementan muy bien. Ojalá todas las adaptaciones que se alejan un poco del libro resultasen tan buenas como esta.
ResponderEliminarEs que Roy Batty se come la pelicula, tiene un presencia y unos dialogos que me hacen gritar; es muy muy bueno, que ha visto cosa mas allá de Orion y la puerta de Tannhauser¡ xD.
EliminarLo de los animales artificiales entiendo que decidieran prescindir de ellos en la pelicula; en el libro si es verdad que tienen un papel fundamental pues ayudan a entender toda la simbologia y el tema del libro. Pero en Blade Runner, que tiene un mensaje y una tematica distinta, en verdad lo de los animales artificiales se convertiria en algo anecdotico, como la escena del buho artificial, que es la unica vez que se trata. Y tienes mucha razon en eso ultimo, es un arte hacer una libre adaptacion de algo y que tenga en el fondo tantisimo respeto por la obra original.
Un saludo :D¡