Portada siniestra |
La sonrisa etrusca ejemplifica la delgada linea que existe entre la sonrojante telenovela lacrimogena y el verdadero drama emocional. Partamos de la sinopsis: Salvatore, un anciano calabres, ex-partisano, cascarrabias y tozudo se traslada a Milan junto a su hijo, su cuñada, y su pequeño nieto para recibir una cura contra el cáncer que le acaban de diagnosticar. Bajo esta precaria condición, Salvatore profesara un verdadero amor a su nieto, y le transmitirá a este todas sus fuerzas para vivir; pero no solo se dedicara a su nieto, también el amor le dará una segunda oportunidad en sus últimos días, demostrandonos que nunca es tarde para nadie. Juzgad por vosotros mismos y decidme ¿Cuantas probabilidades habían de que esto saliera mal? ¿Como no iba a ser este un folletín dispuesto a masturbar los lacrimales de las formas cursis posibles? Porque, seamos francos, es muy fácil dejarse llevar por lo tópico y lo rosa con una trama así; pero tuvimos suerte, una suerte que casi no parece de este mundo.
Esta pose la voy a bautizar ya como "la pose del escritor" |
Toda la novela se basa en deconstruir al vivaz Salvatore, partiendo del tropo del abuelo broncas y cascarrabias para mostrarnos a un ser humano, tan duro o tan blando como el que mas; y todos los personajes nos ayudan a conocer a nuestro protagonista: Bruno nos mostrara la parte mas tierna, Hortensia, como su pasado guerrillero influyo en el, y Renato, en el amor por la familia. Bien es cierto que la novela a veces si cae en lo cliché, y mas al final, donde se empieza a hacer apresurado y el personaje de Salvatore, bien construido entonces, empieza a hacerse pesado por lo obsesivo de sus reflexiones -pero es de escusar, es el final de la novela, no quiero decir mas-. Sin embargo, no es solo una deconstruccion, la novela también nos lanza un mensaje usando a Salvatore: y es la voluntad de vivir, pero de vivir siempre plenamente.
La estatua en que se basa el titulo. Malekith y señora |
Pienso que, releeida ahora esta reseña, yo si he sonado mucho mas cursi que Sampedro durante toda la obra. Pero yo debo de haceros una confesión. Esta historia me recuerda a Up, la película de Pixar, por un detalle: el amor es tan verdadero y puro que soy incapaz de hablar de ellas sin emocionarme hasta las lagrimas. Y es verdad, yo con esta novela llore dos veces, y ha sido de las pocas que me ha dolido terminarlas. Y voy a parar ya, necesito recuperar algo de testosterona...
Seré breve: Me leí este libro hace cinco años pensando que no me iba a gustar. Tal vez por ser autor español... Qué se yo, iba con prejuicios. Y cuando acabé el libro me encontré llorando, con el corazón encogido. Fue precioso y ahora que lo dices... Sí que me recuerda un poco a UP!
ResponderEliminarEs de esas historias que no puedes hablar de ellas sin emocionarte. A mi me paso lo mismo, esperaba encontrarme un plomazo romanticon y pasteloso que me colapsaria las arterias, que fue mas o menos lo mismo que me paso por Up, y termino por desarmarme por completo. Libros y peliculas asi son lo que le quita los prejuicios a uno xD.
EliminarGracias por pasarte y comentar :D