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domingo, 8 de febrero de 2015

Henry James: Otra Vuelta de Tuerca

La gente va a tener que perdonarme la rotundidad y mal café a la hora de expresarme, pero Henry James me parece un escritor palizas donde los haya. Si, si, Henry James, un clásico de la literatura inglesa e imprescindible figura del siglo XX, con obras como Retrato de una dama y Washington Square a sus espaldas donde disecciona meticulosamente la personalidad de cada uno de los personajes y la sociedad de su epoca y bla, bla, bla. Les voy a resumir que significa esa frase que todos los críticos utilizan hasta sacarse el herpes del labio: Henry James rellena párrafos enteros de cadenas de razonamientos o excesivamente enrevesadas o excesivamente obvios, o diálogos tan complejos y artificiosos que ni el mismo Oscar Wilde con todo su ingenio hubiera sido capaz de vomitar de forma natural, que terminan por abrumar y finalmente por aburrir al lector. Y creedme, que Henry James es aburridisimo, hasta en sus novelas cortas, donde se hace medianamente soportable, cuesta seguir ese ritmo tan lento y pausado.


Otra vuelta de tuerca pertenece a la segunda categoría: es una novela corta, un antecesor del thriller psicológico o una historia de fantasmas. En esta novela se nos narra la historia de una institutriz, la cual entra a servir en una mansión de campo para educar a una pareja de hermanos, encantadores y muy bien educados. Era un trabajo perfecto, hasta que la aparición de un hombre extraño con ropas de la servidumbre, presuntamente muerto lo trastoca todo. La joven entra en un estado paranoico y, al estar toda la historia narrada por ella, en este punto del relato no sabemos si de verdad existen fantasmas o todo es producto de su mente cada vez mas perturbada.                                                  
 Como el propio nombre indica, toda la historia es una constante vuelta de tuerca al genero de la ghost-history muy popular a finales del siglo XIX; no sabemos si los fantasmas existen o no pues no podemos fiarnos de la protagonista, que en su afán de encontrar respuestas a los extraños sucesos que presencia, actúa y se comporta de manera tan errática que hace desconfiar constantemente a la servidumbre y a los niños de su cordura. Este desarrollo en la historia es brillante, increíblemente inteligente, debería mantener al lector pegado al libro y elucubrando sobre que ocurre. Pero he dicho debería, porque Henry James ya se encarga, con su estilo recargado y sus soporíferas decostrucciones de personajes, diálogos y reflexiones, que el lector termine por cerrar el libro y mandarlo a tomar mucho...

El autor, sedusiendonos

Lo que quiero decir es que Henry James se excede en su afán de mostrarnos personajes complejos, y en su infinita sensibilidad esboza párrafos y párrafos que no conducen a nada, o si, pero que podrían haberse contado con muchas menos palabras y de una forma mas ágil; es importante conocer la psicología del personaje, si, pero también es importante no abrumar al lector y dejar algo a su imaginación. La trama es buena, la premisa, brillante, pero el desarrollo es doloroso. Quizás alguien con mas paciencia que yo sepa apreciar la sensibilidad y los párrafos de Henry James, porque insisto en que la historia es muy buena, pero yo, sinceramente, con esta novela y Lo que Maisie sabia he tenido suficiente Henry James para dos vidas.

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